La viuda de Keith Lamont Scott, un hombre negro de 43 años que murió el martes tras recibir varios disparos de un policía de Charlotte (EEUU), publicó este viernes un video en el que se la ve pidiendo a los agentes que no disparen contra su esposo pues, según dice, estaba desarmado.
El material, grabado por Rakeyia y emitido en exclusiva por el canal NBC News, no se ve el momento en el que Scott fue abatido por la Policía, aunque se oye a la mujer diciendo: '¡no le disparen, no está armado, no les hará nada!'.
La mujer les explicó a los agentes que Scott había tomado su medicina para tratar la lesión traumática cerebral que padecía.
Por un momento, se ve a varios agentes apuntando al automóvil en el que estaba Scott y la mujer le pide a su esposo que no les permita que 'rompan los cristales' y salga del vehículo.
Tras decir la mujer a su esposo 'no lo hagas, Keith', se oye a un policía advirtiendo al afroamericano que tire el arma y posteriormente se escuchan cuatro disparos.
'¿Le dispararon? ¿Le dispararon? Es mejor que no esté jodidamente muerto', les grita entonces Rakeyia a los agentes.
Las imágenes del video, de dos minutos y doce segundos de duración, muestran posteriormente al afroamericano tendido en el suelo y rodeado de policías.
Los oficiales buscaban en un complejo de apartamentos a otro individuo y su muerte provocó una ola de protestas que dejaron un muerto, numerosos heridos y una cincuentena de heridos, lo que llevó a las autoridades a decretar el estado de emergencia y el toque de queda en la ciudad.
La familia facilitó este video mientras la opinión pública sigue a la espera de que la Policía de Charlotte publique los videos grabados por las cámaras de los agentes involucrados en el suceso.
Según la familia de la víctima, el jefe de la Policía local, Kerr Putney, y la alcaldesa de la ciudad, Jennifer Roberts, en los dos videos tomados por oficiales no se puede distinguir qué es lo que portaba en sus manos Scott en el momento de ser abatido.
Tensa calma. Charlotte vive una jornada de tensa calma tras su primera noche con toque de queda y mientras avanza la investigación sobre la muerte de Keith Lamont Scott y la de otro afroamericano que recibió un disparo fatal en una de las protestas que han sacudido la ciudad.
En el centro de la ciudad, donde los ventanales de muchos comercios aparecen cubiertos con planchas de madera, los habitantes intentan retomar su rutina, tras una noche de protestas pacíficas que se saldaron con tres detenidos y cuatro heridos, balance sensiblemente menor a las de las dos noches previas.