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La Fiscalía alemana informó este domingo que el joven germano-iraní de 18 años que el viernes mató a nueve personas en un centro comercial sufría 'fobia social', estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión y tenía medicamentos en casa, aunque no se sabe si los estaba tomando.

En rueda de prensa para presentar los últimos detalles de la investigación, la fiscalía dejó claro que no había 'ninguna motivación política' tras el ataque y no eligió a sus víctimas por nacionalidad o algún otro motivo.

En 2015 el joven había estado ingresado dos meses y ahora se encontraba en tratamiento ambulatorio por sus 'fobias sociales', ya que le generaba ansiedad entrar en contacto con otras personas.

Además, en 2012 fue víctima de un episodio de acoso escolar, pero la Policía no quiso relacionar de forma directa este caso con el ataque y precisó que los compañeros implicados entonces no están entre las víctimas.

El joven creó una cuenta falsa en Facebook en mayo, utilizando la foto y los datos de otra persona, y se había ofrecido a pagar una ronda en una hamburguesería, presumiblemente para atraer al lugar del ataque a posibles víctimas.

El presidente de la Oficina de Investigación Criminal de Baviera, Robert Heimberger, precisó que entre las víctimas mortales no había personas de los contactos que tenía el joven en su cuenta verdadera de Facebook y tampoco compañeros de colegio.