Estados Unidos alabó hoy los esfuerzos de Colombia para combatir el tráfico de personas y aseguró que cumple 'completamente' los estándares estadounidenses para la eliminación de esta lacra, por lo que incluyó al país en la lista de naciones con mejores políticas.
El Departamento de Estado publicó hoy su informe anual sobre tráfico de personas en el mundo relativo a 2015, en el que evalúa el grado en que los diferentes países cumplen con los estándares de combate a esa lacra establecidos en una ley estadounidense de 2000.
'El Gobierno de Colombia cumple completamente los mínimos estándares para la eliminación del tráfico (de personas)', valora el informe, en el que destaca que las autoridades colombianas continuaron investigando y enjuiciando los casos de trata con fines de explotación sexual.
La última vez que Colombia estuvo en la categoría de países que mejor luchan contra la trata de personas fue en 2013, cuando el Departamento de Estado publicó su informe relativo a 2012.
De esta forma, en el informe sobre comercio de personas relativo a 2013 y 2014, la diplomacia estadounidense rebajó la calificación del país y lo incluyó en una categoría intermedia de naciones que se están acercando a los estándares establecidos por Estados Unidos, pero no los cumplen.
En esta categoría figuran, como el año pasado, México, Ecuador, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Paraguay, Panamá, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana.
En su informe publicado hoy, el Departamento de Estado valora el acuerdo entre el Gobierno de Colombia y las Farc para garantizar la salida de los menores de 15 años de los campamentos del grupo guerrillero.
Citando datos de las autoridades colombianas y de organizaciones internacionales, la diplomacia estadounidense destaca que al menos 229 niños (72 chicas y 157 varones) abandonaron 'los grupos armados ilegales' en 2015, una cifra menor a los 243 menores de edad que lo hicieron en 2014.
El Gobierno colombiano y las Farc suscribieron, en La Habana el pasado 23 de junio, un acuerdo para preparar el fin del conflicto armado que desde hace más de cinco décadas sufre el país y en el que se incluye el alto el fuego bilateral y definitivo, así como un protocolo para que la guerrilla deje las armas.
