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El papa Francisco criticó este lunes la exclusión social que históricamente han padecido los indígenas y dijo que el mundo debería aprender de su cultura y del cuidado que hacen de la naturaleza.

En el empobrecido estado de Chiapas el pontífice ofició una misa frente a miles de personas de distintos pueblos originarios a quienes dijo que la gente debería hacer un examen de conciencia y pedir 'perdón' por el trato a sus pueblos.

'Muchas veces, de modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad', dijo en su homilía Francisco, quien en 2015 pidió perdón a los indígenas por las masacres cometidas en la época colonial.

En la localidad de San Cristóbal de las Casas también pidió la protección del ambiente, que junto con las culturas indígenas es parte de las preocupaciones que ha manifestado en su papado.

'Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia', dijo y recordó que los indígenas 'en esto tienen mucho que enseñarnos'.

Parte de la misa fue oficiada en tres lenguas indígenas (tzeltal, tzotzil y chol) en un escenario que tenía la réplica de la fachada de la catedral de San Cristóbal de las Casas, con un brillante amarillo y rojo. La ceremonia se realizó en medio de música de marimba y algunos rituales que los pueblos originarios introducen a las celebraciones eucarísticas en el sureste mexicano.

En un momento, un indígena tzotzil le dijo que acostumbraban rezar cada quien de rodillas y en sus propias lenguas. Más adelante, se realizó una danza ritual que un sacerdote aclaró que no era 'un momento folclórico, sino una oración', durante la cual la gente movió ligeramente el cuerpo al ritmo de música de violines que niños tocaban.

Al papa le entregaron ejemplares de una Biblia traducida al tzeltal y tzotzil y le agradecieron la atención que ha dado a los grupos indígenas.

'Aunque muchas personas nos desprecien, tú has querido visitarnos y nos has tomado en cuenta, como la Virgen de Guadalupe a San Juan Dieguito', le dijeron indígenas tzeltales y tzotziles en un mensaje ofrecido en sus lenguas y traducido al español durante la misa, para la cual se esperaba la asistencia de unas 100.000 personas.

Los indígenas también le agradecieron haber autorizado el uso de sus lenguas en las celebraciones eucarísticas, algo que las autoridades eclesiásticas habían evitado y que aquí desafió el fallecido obispo Samuel Ruiz.

'Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones', les dijo el pontífice.

'Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban', añadió en el centro deportivo donde se realizó la ceremonia.

El lugar era un mar de colores por los trajes indígenas tradicionales de los asistentes. Mujeres tzotziles vestían faldas largas azules y rebozos multicolores.

Los hombres también portaban trajes regionales con chalecos bordados en los que resaltaban el azul, el verde y el morado. También llevaban sombreros de paja con bordados y listones colgantes.

Tras presidir la misa, el papa acudió a un almuerzo privado con algunos representantes de grupos indígenas y poco después visitará la catedral.

El papa culminó la jornada con un encuentro con familias en un estadio de fútbol en Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas.