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El papa Francisco recordó este miércoles al jesuita español Luis Espinal Camps, asesinado por paramilitares en 1980, y dijo que fue eliminado porque no querían que luchara por la libertad y porque su prédica del Evangelio molestó en Bolivia.

El papa se detuvo a medio camino en la autopista que une las ciudades de El Alto y La Paz para referirse al jesuita, cerca del ingreso al lugar donde su cuerpo fue hallado el 22 de marzo de 1980, tras haber sido secuestrado y asesinado por los paramilitares.

'El padre Espinal predicó el Evangelio y ese Evangelio molestó y por eso lo eliminaron. Hagamos un minuto de silencio en oración y después recemos todos juntos', dijo Jorge Bergoglio.

Añadió que Espinal predicó el Evangelio 'que nos hace libres, como hijos de Dios' y pidió que el Señor le dé 'el descanso eterno y que brille para él la luz que no tiene fin'.

Espinal Camps, que nació en España en 1932 y llegó como misionero a Bolivia el 8 agosto 1968, fue cineasta y periodista y es recordado por su compromiso con las luchas sociales de Bolivia.

La noche del 21 de marzo de 1980, Espinal Camps, director del semanario Aquí, salía de un cine cuando fue detenido, para después ser torturado y asesinado por paramilitares por haber denunciado la violencia política que vivía el país.

Su cuerpo fue hallado un día después en el barrio Villa de las Nieves, hacia donde peregrinan todos los años desde la autopista organizaciones sociales y religiosas para rendirle homenaje.

Cuatro meses después del asesinato del jesuita español se instauró en Bolivia la dictadura de Luis García Meza (1980-1981), a cuyos colaboradores se les acusa de haber hecho desaparecer pruebas del homicidio y de haber protegido a los autores del crimen.

Antes, el jesuita se puso al lado de los mineros, de sus mujeres conducidas por Domitila Chungara, fue cofundador de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos y en 1977, junto a otros manifestantes que pedían democracia, hizo una huelga de hambre durante 19 días.

En estos últimos días, se ha pedido desde varios sectores sociales de Bolivia que se comience el proceso de beatificación de Espinal y se ha recordado que otro religioso asesinado en esos días, el arzobispo de El Salvador, Óscar Arnulfo Romero, fue declarado mártir y beato hace algunos meses.

El portavoz del vaticano, Federico Lombardi, explicó en Ecuador cuando se le preguntó sobre el proceso de beatificación que para que comience es necesario que alguien, la diócesis, la congregación u otra institución, se decida a dar los pasos que se requieren y empiece a recoger la información.