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Seis días después que la muerte de Freddie Gray provocó disturbios en Baltimore, la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake levantó ayer el toque de queda. La decisión puso fin a las medidas extraordinarias implementadas para garantizar la seguridad pública en medio de muestras de indignación por las prácticas policiales.

El toque de queda desde las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana estaba vigente desde el martes. Las protestas recientes han sido pacíficas y el anuncio de que los seis agentes de policía que arrestaron a Gray irán a juicio alivió las tensiones.

La alcaldesa dijo en un comunicado el domingo por la mañana que no deseaba mantener el toque de queda más de lo necesario.

'Mi prioridad al instituir el toque de queda fue garantizar la paz, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de Baltimore', dijo la alcaldesa, de tendencia demócrata. 'No fue una decisión fácil, pero me pareció necesaria para ayudar a restablecer la calma en nuestra ciudad'.

Gray sufrió una lesión grave en la columna vertebral dentro de un furgón policial y murió posteriormente. El viernes, la fiscal estatal Marilyn Mosby acusó a los agentes que participaron en el arresto y traslado de Gray. Los cargos a los seis agentes van desde homicidio hasta asesinato en segundo grado.

n la manifestación del sábado, que fue caracterizada como una 'marcha de la victoria', los oradores manifestaron gratitud a la fiscal Mosby por su decisión, entre ellos Malik Shabazz, que preside la organización Abogados Negros por la Justicia. Hasta las 11 de la noche del sábado, unas 20 personas habían sido arrestadas.