Unos 800.000 niños que se han visto forzados a abandonar sus casas en el noreste de Nigeria por un movimiento extremista islámico, haciendo que muchos de ellos se separen de sus familias y sufran abusos y angustia emocional, apunta un nuevo informe de UNICEF.
El número de niños refugiados se ha doblado en el último año, agrega el informe. Los niños representan aproximadamente la mitad de los 1,5 millones de personas que se han quedado sin hogar por el conflicto originado por Boko Haram, que se ha extendido más allá de la frontera noroeste de Nigeria.
Los pequeños se han convertido en 'objetivo deliberado', sujetos a abusos sexuales y matrimonios forzados, secuestros y asesinatos, apuntó el informe.
Algunos niños se han convertido en armas, entrenados para combatir con grupos violentos llegando incluso a convertirse en bombas humanas en algunos casos.
El número de niños que no asisten a la escuela primaria en Nigeria se ha incrementado de 8 millones en 2007 a 10,5 millones.