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Treinta insurgentes prorrusos murieron durante una operación contra fuerzas rebeldes en un pueblo cercano a esta ciudad del este de Ucrania, informó el ministerio del Interior de esta nación.

El ministro del Interior Arsen Avakov informó en su sitio de Facebook que cuatro efectivos del gobierno también murieron y otros 20 sufrieron heridas durante el enfrentamiento en Slovyansk.

Los tiroteos se registraron en varios sitios cercanos a la ciudad durante la operación más ambiciosa del gobierno para aplacar la agitación en el este de Ucrania, donde abundan las personas que hablan ruso.

En Donetsk, una importante ciudad situada a 120 kilómetros al sur de Slovyansk, el martes se suspendieron los vuelos al aeropuerto local.

Una pizarra en el aeropuerto de Donetsk indicaba que los vuelos internacionales fueron cancelados y sólo estaban en operación las salidas hacia Kiev, capital ucraniana. El cibersitio del aeropuerto que las cancelaciones se debieron a una orden del gobierno. El martes por la mañana se desconocía cuánto tiempo duraría la suspensión de actividades.

Avakov dijo el lunes que las fuerzas pro rusas en Slovyansk, una ciudad de unos 125.000 habitantes estaban desplegando armamento de grueso calibre y morteros en la región que había heridos en ambos bandos. Las tropas gubernamentales enfrentan a unos 800 insurgentes, dijo.

Ucrania enfrenta una de sus peores crisis en décadas mientras la polarizada nación de 46 millones de habitantes cavila entre fortalecer sus vínculos con Europa, como desean los ciudadanos de las regiones occidentales, o mejorar las relaciones con Rusia, como prefieren los rusos en el este.

Decenas de oficinas gubernamentales han sido tomadas por insurgentes armados o multitudes opositoras al gobierno durante las semanas pasadas.

El claro que los objetivos de los insurgentes pro rusos son promover una mayor autonomía para la región, aunque algunos se pronuncian abiertamente por el separatismo.

Líderes del movimiento antigubernamental dicen que planean la realización de un referendo sobre la autonomía para las regiones orientales el 11 de mayo, aunque los preparativos visibles para la votación son casi insignificantes.

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha culpado a Kiev de la agitación porque, afirma, 'tercamente está lanzando una guerra contra su pueblo en su propio país'. El Ministerio ha pedido a quienes llama 'organizadores del terror de Kiev', a retirar sus tropas del este y entable negociaciones para solucionar la crisis.