El Tití cabeciblanco, mascota de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018, se declaró en vía de extinción en 1973 por la tala de árboles, el comercio ilegal de especies silvestres y su uso para investigaciones biométricas. En Colombia hay 8.000 ejemplares de este mono que habita, por lo regular, en los departamentos del Atlántico, Bolívar, Chocó, Sucre y Córdoba.