Compartir:

'Matronas', les dicen, pero muchas se consideran simplemente bolleras. A algunas el término les resulta poco familiar, como si fuera tan sólo el apelativo con que se mira exteriormente la labor de resistencia que estas cocineras tradicionales realizan desde su infancia, cuando les fue legado el oficio ante la candela diaria del fogón.

El Festival que celebra los bollos que se cocinan en el municipio de Ponedera, Atlántico, cumple su primer lustro por estos días. Es la primera vez que, repitiendo lo hecho en los festivales del Pastel (en Pital de Megua) y de la Arepa de Huevo (Luruaco), sus vitrinas no estarán frente al público. A través de ventas por WhatsApp (3008438917) y Rappi, que habilitó su botón de ‘Sazón Atlántico’, empezaron el 28 de julio a recibir pedidos a domicilio en preventa. Este 30 de julio dieron inicio con alrededor de 200 bolleras, que amasarán y cocinarán hasta el 1 de agosto, día del cierre.

Los bollos

La cadena, por lo general, empieza así: los agricultores ponederenses, en la ribera oriental del Magdalena, cultivan el maíz y la yuca, que crecen mejor (y se consiguen más baratos) de marzo a julio, cuando la cosecha es más abundante por la lluvia. 

Las cocineras compran los bultos, se encargan de quitarle la hoja al maíz, molerlo, prepararlo y cocinarlo. El maíz blanco lo consiguen en tiendas o graneros. Le dan el sabor, el color (como con la tusa morada, en el de angelito) y las variaciones de relleno (bocadillo, queso, carnes) de los bollos, de tipo corriente o aliñado.

Con precios que oscilan entre los 13 y 15 mil pesos, el V Festival del Bollo ofrece combos de seis unidades: uno ‘Tradicional’, con bollos de mazorca, de yuca y limpio (dos de cada tipo); combo ‘Lo quiero todo’, con bollos de mazorca, yuca, angelito, limpio, queso y queso con bocadillo (uno de cada tipo), y combo ‘Sazón’, con bollos de angelito, queso y queso con bocadillo (dos de cada tipo).