El exvocalista principal de NCT 127, Moon Tae-il, reconoció formalmente ante los tribunales surcoreanos su culpabilidad en un caso de agresión sexual agravada, lo que podría resultar en una condena de hasta siete años de prisión.
Los hechos que han llevado al cantante de 31 años ante la justicia se remontan a junio de 2024, cuando se produjo el incidente que la fiscalía surcoreana clasificó como “quasi-rape” —término legal que describe una relación sexual con una persona incapacitada para dar su consentimiento debido al consumo de alcohol o drogas—. SM Entertainment, la agencia que representaba al artista, confirmó oficialmente la ocurrencia de estos eventos.
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El proceso judicial se aceleró cuando la Fiscalía del Distrito Central de Seúl presentó los cargos formales en mayo de 2025, tras meses de investigación. La próxima audiencia, programada para el 10 de julio de 2025, será crucial para determinar tanto los atenuantes como las circunstancias agravantes que podrían influir en la sentencia final.
Nacido en Seúl el 14 de junio de 1994, Taeil construyó su camino hacia la fama a través de una sólida formación musical en la Universidad de Hanyang. Su talento le valió ser reclutado por SM Entertainment, convirtiendo su sueño en realidad cuando debutó en 2016 con NCT U, para posteriormente integrarse a NCT 127.
La trayectoria ascendente del artista incluía logros notables como el récord Guinness de 2021 por alcanzar el millón de seguidores en Instagram en tiempo récord. Su imagen pública se caracterizaba por ser la de un joven talentoso, reservado y completamente dedicado a su arte musical.
Esta narrativa de éxito se desplomó en agosto de 2024, cuando SM Entertainment anunció la retirada inmediata de Taeil de todas las actividades grupales para que pudiera “cooperar con una investigación legal”. Desde entonces, el cantante desapareció completamente del panorama público.
Mientras algunos seguidores priorizan el derecho de la víctima a obtener justicia, otros expresan su pesar por ver a un ídolo con tanto potencial envuelto en un escándalo de tales dimensiones.
Las organizaciones feministas surcoreanas han encontrado en este caso una oportunidad para destacar la importancia de que el sistema judicial trate los delitos sexuales con la seriedad que merecen, independientemente del estatus social o la fama del acusado. Su postura ha sido de apoyo total a las acciones de la fiscalía.
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Paralelamente, la industria del entretenimiento coreano enfrenta nuevamente cuestionamientos sobre sus protocolos de manejo de crisis y la responsabilidad que tienen las agencias en la supervisión de sus artistas. La falta de mecanismos claros para abordar este tipo de situaciones ha quedado expuesta.
La respuesta de SM Entertainment ha sido contundente: desvinculación completa de Taeil de todas las actividades relacionadas con NCT y la suspensión inmediata de cualquier proyecto promocional que lo involucrara. Aunque la agencia ha mantenido un perfil bajo en cuanto a declaraciones públicas, ha reiterado su compromiso de colaborar plenamente con las autoridades judiciales.
