El vértigo con el que se han venido desarrollando los acontecimientos en materia de la búsqueda de la paz en Colombia no se detiene. Luego de una semana que comenzó con el triunfo del ‘No’ en el plebiscito sobre los acuerdos con las Farc y terminó con un premio Nobel para el presidente Santos, llega el anuncio de que se pone en marcha oficialmente la fase de negociación pública con el Ejército de Liberación Nacional, ELN.
Desde la sede de la cancillería venezolana en Caracas, donde se encuentran delegaciones del Gobierno y del grupo alzado en armas, llegó un comunicado conjunto con la confirmación de que el próximo 27 de octubre instalarán la mesa de negociaciones en Quito, Ecuador. El documento también establece que empezarán las acciones y gestos de voluntad para propiciar un “ambiente favorable para la paz”, en el marco de lo cual el ELN liberó ayer mismo a un secuestrado y se comprometió a dejar libre a otro más.
Quizás las turbulencias en que se encuentra inmerso el país por cuenta del acuerdo con las Farc hayan convencido al ELN de que debe dejar las vacilaciones y apuntarse al camino de la paz antes de que el escenario para nuevas negociaciones se complique aun más.
En una alocución por televisión, el presidente Santos se mostró fortalecido tras el espaldarazo internacional del premio Nobel de la Paz. No solo reconfirmó el mandatario el inicio de la fase pública de conversaciones con una guerrilla con la que viene sosteniendo diálogos desde hace algunos años, sino que aprovechó para enviar un mensaje de apremio sobre el proceso culminado con las Farc.
Que no se presenten propuestas “imposibles” para ajustar los acuerdos tras el resultado del plebiscito y que no haya maniobras dilatorias fueron los principales llamados de Santos a los líderes del ‘No’. Aunque dijo que todas las propuestas serán evaluadas, subrayó que la búsqueda de un consenso debe partir de dos bases: “realismo y verdad”. Reiteró que todo lo que trate el Gobierno con los voceros del ‘No’ deberá consultarlo con los líderes de las Farc. Si bien señaló que el cese al fuego se mantiene, exigió a sus interlocutores celeridad.
Todo está entrando en una dinámica muy rápida. Empresarios, estudiantes y organizaciones de víctimas se han sumado mediante mensajes públicos a la búsqueda de que se logre sellar el acuerdo cuanto antes. La canciller Holguín ha insistido en que el apoyo económico internacional no durará para siempre.
En medio de este frenesí, el Consejo Nacional Electoral y la Corte Constitucional estudian varias demandas que exigen repetir las votaciones del plebiscito en las zonas afectadas por calamidad ambiental. Según algunos informes, las zonas donde no se pudo desarrollar la jornada normalmente, por el paso del huracán Matthew, tenían un potencial de más de un millón de votos.
Habrá que esperar a ver cómo se desencadenan los hechos. El limbo en el que han caído las cosas no le conviene al país. Si es cierto que todas las partes concernidas anhelan la paz, que lo demuestren. Colombia no puede permitirse dejar pasar este tren.