La acertada elección del estadounidense Prevost como Vicario de Cristo envía al mundo, también a la Iglesia, un mensaje de continuidad del legado de Francisco.
Sumida en una crisis financiera que la Superservicios no sabe ni tiene cómo solventar, la empresa se desliga del recaudo de la tasa de seguridad. ¿Qué pretende?
Aunque el Ejecutivo defienda su política de seguridad, los hechos demuestran que la violencia urbana no da tregua. Esto no es de gráficos, sino de realidad.
En la cuenta atrás del histórico cónclave que escogerá al nuevo papa, los purpurados aún definen el perfil de quien guiará a la Iglesia en un tiempo de cambios.