En tiempos en los que el costo de vida sigue en aumento y las personas buscan opciones más inteligentes para manejar su dinero, entender cómo funciona el ahorro y la inversión se ha vuelto esencial. Dos productos que suelen asociarse son las cuentas de ahorro rentables y los Certificados de Depósito a Término (CDT), alternativas que se han popularizado recientemente en el mercado financiero y que representan caminos distintos, pero con ventajas similares según el propósito de cada persona. Pero ¿sabemos realmente en qué se diferencian?.
Esa tendencia se refleja en las cifras más recientes del sistema financiero. De acuerdo con la Superintendencia Financiera de Colombia, al cierre de 2024, 37,1 millones de adultos contaban con al menos un producto de depósito, como cuentas de ahorro, lo que representa el 95,8 % de la población adulta. Además, a junio de 2024, los CDT registraron un incremento interanual de $27,1 billones en sus saldos nominales, evidencia del creciente interés por este tipo de instrumentos de inversión.
Bajo ese escenario de expansión del ahorro y mayor adopción de productos financieros, Jhonatan Mishaan, CEO de la Compañía de Financiamiento KOA, señala que el verdadero desafío no está solo en ofrecer nuevas alternativas, sino en simplificar el acceso a la inversión. Desde su visión, la digitalización será la herramienta que permita que más colombianos pasen de la intención de ahorrar a construir una cultura de inversión informada y accesible.
Ahora, respecto a las diferencias que tienen los CDTs y las cuentas de ahorro rentable, Mishann menciona, que la diferencia principal radica en el nivel de compromiso, rentabilidad y propósito del dinero. Dado que, ahorrar en una cuenta rentable significa mantener el capital disponible en todo momento, lo que brinda liquidez y permite cubrir imprevistos sin restricciones, aunque con tasas de interés más bajas o variables ya que la entidad no puede garantizar un rendimiento fijo sobre fondos que pueden retirarse en cualquier momento.
En cambio, un CDT digital implica dejar el dinero quieto durante un plazo definido, por ejemplo, 90, 180 o 360 días a cambio de una tasa fija y garantizada. Mientras la cuenta rentable prioriza la flexibilidad, el CDT privilegia la estabilidad y la planificación financiera, pues ofrece certeza sobre cuánto se ganará al final del periodo. Por ejemplo, aunque gran parte de las cuentas de ahorro de alta rentabilidad en Colombia ofrecen tasas cercanas al 9,7 % E.A. Estas pueden ser modificadas por la entidad en cualquier momento, usualmente con tendencia a la baja.
Finalmente, sostuvo el experto que las personas buscan claridad, control y conveniencia, tres factores que los productos financieros digitales ofrecen con mayor efectividad que los canales tradicionales. Los usuarios valoran poder comparar tasas, abrir productos y hacer seguimiento a su dinero sin trámites presenciales, lo que elimina la fricción típica de los procesos bancarios y les da una sensación de control total sobre sus decisiones financieras.





















