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Malas noticias para la región Caribe. La prevalencia de inseguridad alimentaria aumentó en prácticamente todos los departamentos de este territorio mencionado en 2024. Esto quiere decir que en muchos hogares de la Costa Caribe poseen problemas y dificultades para acceder a alimentos. También tienen dificultades para comer tres veces al día.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), son tres departamentos de la región Caribe que lideran ese aumento de la inseguridad alimentaria, como es el caso de La Guajira (52,4 %), Sucre (49,5 %) y Córdoba con el 47,6 %.

Si nos vamos a otros departamentos, el Atlántico también presentó un crecimiento en la inseguridad alimentaria de 2024 frente a 2023, pasando de 35,8 % a 40 %, aumentando en 4,2 puntos porcentuales.

En el departamento de Bolívar, la prevalencia aumentó de 32,9 % a 35,8 %, mientras que en los únicos departamentos de la región Caribe donde se redujo la inseguridad alimentaria en 2024 frente a 2023 fue en el Magdalena y Cesar. El primero mencionado pasó de 39 % a 32,1 % y el segundo de 32,2 % a 30,3 %.

A nivel nacional

En 2024 la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave en los hogares fue del 25,5 %, es decir, casi no se movió, pues representa 0,6 puntos porcentuales por debajo de 2023.

Pero el tema no es el mejor si se hace el análisis en los centros poblados y rural disperso, áreas que presentan la mayor prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave, con un 34,2 % en 2024.

Los hogares regentados por mujeres solas tienen más dificultada para asegurar la alimentación de su familia, según el informe. “Los hogares con jefatura femenina registran 28,2 % en el indicador de prevalencia de inseguridad alimentaria, superiores a aquellos con jefatura masculina (23,1 %)”.

La directora del Dane, Piedad Urdinola, sostuvo que el nivel educativo también marca una diferencia y contó que los hogares con jefes sin educación formal enfrentan una prevalencia del 47,4 %, frente al 32,8 % de quienes alcanzaron la básica primaria y la caída más pronunciada del indicador se da entre quienes accedieron a educación superior.

En cuanto a percepción de pobreza, el 46,1 % de los hogares cuyo jefe se considera pobre están en condición de inseguridad alimentaria moderada o grave, frente a solo 11,6 % de quienes no se perciben como tales; percepción que se correlaciona directamente con el deterioro en zonas rurales, donde la prevalencia creció 6,4 puntos porcentuales.