El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, expuso uno a uno sus reparos sobre la consulta popular que está impulsando el Gobierno del presidente Petro, una iniciativa que, según él, podría generarle efectos adversos al país.
De acuerdo con el dirigente gremial, la iniciativa oficialista es tanto innecesaria como engañosa. Además, aseguró que su principal intención es servir como plataforma de campaña por parte del ejecutivo para las elecciones presidenciales de 2026.
Por otro lado, en diálogo con EL HERALDO, el dirigente también analizó la crisis de medicamentos que hay en el país, el panorama del comercio en Colombia con su leve y corta recuperación y, finalmente, sobre las negociaciones que tendrá el Gobierno con los Estados Unidos con el objetivo de eliminar los aranceles del 10 %.
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¿Cómo ve la situación de la consulta popular, ya conociendo justamente las preguntas?
La verdad es que esta convocatoria de la consulta popular es una manifestación del Gobierno de querer sacar, a las buenas o a las malas, un proyecto de reforma laboral que se hundió dos veces en el Congreso por inconveniente. Es una consulta que trata de revivir el proyecto de reforma laboral, incluso con preguntas de articulados, lo cual está expresamente prohibido en los mecanismos de participación ciudadana. Las preguntas deben ser abiertas, distintas a reproducir un articulado como trata de hacerlo. Es una consulta innecesaria, porque todo lo que está allí se puede hacer a través del Congreso, que es el representante del pueblo. Es más bien un mecanismo populista para tratar de reencaucharse en un proceso electoral que estaría a seis meses de haber pasado la consulta, donde se pretende volver a tener una fuerza a partir de unas preguntas que son engañosas.
¿Por qué son engañosas?
Porque la respuesta obvia de todas esas preguntas es sí, pero lo que no dicen las preguntas es las implicaciones que eso tiene para la generación de empleo, para las empresas y para el Estado, por el altísimo déficit fiscal que tenemos hoy en día y el impacto fiscal que tienen las preguntas.
Para un trabajador es muy fácil contestar sí cuando le dicen “¿usted está de acuerdo en pasar del 75 % al 100 % de los recargos o de bajar la jornada laboral y que se vuelvan horas extras?”, pues la pregunta es obvia, porque todos queremos ganar más. Pero lo que no saben es que eso implica un crecimiento del 30 % de los costos laborales, y que ese crecimiento pone en tela de juicio la posibilidad de la continuación de su empleo, porque muchas empresas van a tener que reducir su personal, van a tener que dejar de contratar personal extra en temporadas por los altos costos laborales, sobre todo las empresas que trabajan de noche, como las tiendas de barrio, las panaderías, igualmente las empresas de transporte, logística, el comercio, y empresas como restaurantes, bares y hoteles.
¿Cómo cree usted que debe ser el proyecto de reforma laboral ideal para las necesidades del país?
El proyecto necesita ser concertado entre todos los actores, los trabajadores, los empresarios, el Gobierno y tener en cuenta a los desempleados y a los informales. También debe estar orientado a buscar que se genere empleo en Colombia, a combatir el desempleo y la informalidad especialmente, y por último a buscar una flexibilización en la contratación laboral, no una rigidez como lo quiere hacer la consulta.
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¿Cómo ve el comercio?
Las expectativas de los comerciantes, el 62 % siendo específico, creen que las cosas van a tender a empeorar. La incertidumbre política de todos los escándalos que están pasando, como el de Leyva, el del hijo del presidente, el de funcionarios del gobierno, igualmente todos los escándalos que pasan día a día generan una enorme incertidumbre económica y política, frenan las inversiones, aunque algunos están pensando en un mediano y largo plazo. Entonces la verdad es que el comercio es un sector que le apuesta al mediano y largo plazo, pero hay mucha preocupación por el presente. Todo el mundo está pensando más allá del 2026.
¿Cómo ve la situación de la crisis de los medicamentos?
Los gestores farmacéuticos, que son las cadenas de droguerías que abastecen al sistema salud, a las EPS, se encuentran en una crisis financiera enorme, no solamente por motivo de que el gobierno no paga lo que tiene que pagar, que son más de $4 billones. Hay ciertos medicamentos que están hoy desabastecidos, que hay escasez, que hay dificultades, pero todo esto es consecuencia del sistema de salud que lamentablemente este gobierno entró a desbaratar.
También es un tema que estamos trabajando de cara al 2026, porque el país necesita una contrarreforma a la salud, porque la verdad de lo que teníamos cuando llegó este gobierno y lo que tenemos hoy, lamentablemente hay demasiada destrucción.
¿Hay preocupación de lo que pueden ser las negociaciones con Estados Unidos para eliminar el arancel a Colombia?
La mayor preocupación en la relación comercial con EE. UU. es que el presidente trine. Cada vez que lo hace se ponen en riesgo las buenas relaciones con Estados Unidos en materia comercial.
Son muy importantes los productos que Colombia abastece a Estados Unidos, pues la mayoría no se producen en EE. UU. y no corren riesgo para Estados Unidos, digamos, de no fortalecer su producción.
El café no se produce en Estados Unidos, las flores tampoco, bananos, muchos productos que exportamos a Estados Unidos. Entonces ojalá esas negociaciones lleguen a buen puerto.