En el acto de clausura del Congreso de Naturgas que se celebra en Barranquilla, el presidente del Consejo Directivo de Naturgas y también presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, enfatizó en que la industria de servicios públicos de gas natural atraviesa una coyuntura compleja.
En ese sentido, el directivo señaló que esta es la más delicada desde el racionamiento eléctrico de 1991. “No es un fenómeno pasajero o aislado. Es una crisis estructural, visible en la necesidad de importar gas natural no solo para respaldo térmico, sino también para cubrir la demanda esencial”.
A su vez, recalcó que la infraestructura es insuficiente. “Contamos solo con una planta de regasificación en el Caribe, mientras que la del Pacífico, a pesar de lo anunciado hoy por Ecopetrol, sigue sin materializarse. Además, los cuellos de botella en la red de transporte impiden movilizar eficientemente el gas hacia los centros de consumo en el interior del país”.
A este panorama, dijo Rojas, se le debe sumar el estrés financiero que genera al ecosistema el retraso en el pago de los subsidios por parte del Gobierno Nacional.
“Esta situación afecta la liquidez de las empresas, compromete su operación y pone en riesgo la continuidad del servicio a millones de usuarios. Operar al límite genera consecuencias: interrupciones en el servicio, mayor costo para los usuarios, menor capacidad de conexión de nuevos hogares, y un retroceso ambiental al aumentar el uso de energéticos como el carbón, GLP o leña. También hay efectos sobre la economía popular y el empleo, producto de la parálisis en exploración y producción”, enfatizó Juan Manuel Rojas en su intervención.
Recordó que parte de esta situación obedece a decisiones de política pública que, aunque orientadas a acelerar la transición energética, se han implementado sin el balance necesario entre seguridad, asequibilidad y sostenibilidad.
“El trilema energético está comprometido en sus tres dimensiones: hemos perdido seguridad y soberanía energética al depender cada vez más de las importaciones; los costos del servicio se han elevado por el cambio en la composición de la canasta, afectando a hogares y sectores productivos; y, en lugar de avanzar en la descarbonización, se observa una preocupante “recarbonización” de la matriz energética”, indicó.
En ese orden, Rojas le propuso al Ministerio conformar mesas técnicas y operativas, con participación del Gobierno, el regulador y la industria, para trabajar articuladamente en la implementación de estas medidas y en la resolución de los obstáculos que enfrenta el sector.
“El costo de no actuar es muy alto. Estamos deteniendo la reducción de la pobreza energética, retrocediendo en sostenibilidad, y arriesgando la competitividad del país”, dijo Rojas.
Como primera medida, el presidente del Consejo Directivo de Naturgas dijo que se deben tomar acciones regulatorias rápidas que permitan la contratación a largo plazo de gas importado para mitigar la volatilidad del mercado spot; y brindar señales claras para expandir la capacidad de transporte y resolver los cuellos de botella logísticos.
A su vez, expresó en que se debe acelerar el pago de subsidios por parte del Ministerio de Hacienda, aliviando la carga financiera de las empresas y permitiendo continuar con la expansión de redes y conexiones a nuevos hogares.
Y como tercera acción, instó a promover la oferta nacional, acelerando permisos, licencias y consultas que permitan desarrollar los campos costa afuera, en la Guajira; y en tierra en Magdalena, Córdoba, Sucre, Atlántico, Cesar y el piedemonte llanero. “Promover la oferta de gas es nuestra mejor póliza de competitividad energética”.