Los diversos avances tecnológicos han llegado para quedarse y para facilitarnos la vida. Pues intentan hacer todo más fácil. Hace unos años los bancos solo hacían transacciones monetarias en físico, no había otra opción, pero con el tiempo esto ha cambiado.
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Pronto llegaron los cajeros automáticos que con la ayuda de una tarjeta con un chip único nos permite no solo retirar dinero sino también hacer otro tipo de movimientos como el cambio de clave o consultar el saldo en nuestra cuenta.
Pero recientemente entró al mercado las llamadas billeteras digitales y las aplicaciones que casi todos sino todas las entidades financieras tienen. Con estas app todo se ha facilitado.
Ya no hay necesidad de ir hasta una oficina del banco para transferir dinero a otra personas, por ejemplo, basta solo con abrir la app e introducir el número de la cuenta receptora y en tan solo segundos ya está del otro lado.
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Sin duda algunas esto ha representado acortar los desplazamientos y que las transacciones sean mucho más rápidas. Tanto que los nuevos plásticos ni siquiera piden clave o introducirlo en el datáfono pues ahora vienen con la tecnología “pago sin contacto” con la que basta acercarla al dispositivo y se valida el pago en establecimientos comerciales.
Pese a todos estos avances hay usuarios que prefieren las transacciones físicas ya sea por seguridad o porque no se sienten cómodos haciendo este tipo de movimientos monetarios desde su teléfono o simplemente porque necesitan el dinero en físico y recurren a los cajeros.
Aunque son seguros, los delincuentes se las ingenian para tratar de capturar la información de la tarjera y robar al usuario. Por ello cuando esté en un cajero este seguro le preguntará al final de la transacción si desea imprimir un recibo, este cobra relevancia.
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Resulta que en este recibo se almacena información delicada sobre la transacción que acabó de hacer, a parte de especificarle el costo del movimiento también le describirá cuánto retiró y cuál es su saldo total en la cuenta. Esto puede ser utilizado por los criminales para intentar robarlo.
Por eso cuando el cajero le haga esta pregunta simplemente presione la tecla “cancelar” que está resalta en rojo para que así de por finalizada la transacción y si necesita la información que ese recibo se describe sepa que su entidad bancaria lo alertará del monto retirado y otros datos a través de un mensaje de texto. Algunas entidades también envían correos electrónicos y en su extracto bancario también se reflejará.
Así podrá evitar que inescrupulosos obtengan información que solo usted, como titular de la tarjeta, debe saber.
