En el marco del V Foro de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos - COMCE, el presidente de la organización, David Jiménez, afirmó: “además de adaptarnos a los retos de movilidad sostenible, estamos en capacidad de liderar el camino hacia una economía más sostenible”.
Este evento se centró en la relevancia del sector de pequeños distribuidores de combustibles, que constituye un pilar fundamental de la economía colombiana, haciendo parte esencial del 8 % de participación en el PIB que tiene el comercio y aportando alrededor de $8 billones anuales en impuestos.
El V Foro, organizado por los distribuidores minoristas de combustibles líquidos, se ha consolidado como un evento académico del sector. En esta ocasión, el Foro se enfocó en analizar las tendencias del sector transporte y su impacto en la distribución de combustibles líquidos, planteando la pregunta: “¿Hacia dónde va la movilidad?”. Las conferencias abordaron la transformación del sector y los retos para las Estaciones de servicio en un contexto de creciente demanda de sostenibilidad.
En este sentido, Juan Carlos Bedoya Ceballos, Jefe de la Oficina de Asuntos Regulatorios y Empresariales, abordó la “Transición energética justa en las Estaciones de servicio”, destacando la necesidad de un enfoque equilibrado que contemple tanto la sostenibilidad como las realidades del sector.
Asimismo, la discusión sobre política pública estuvo representada por Carlos Eduardo Enríquez, Viceministro de Transporte, y otros expertos que aportaron visiones sobre cómo alinear las regulaciones con las demandas de un transporte más limpio y eficiente.
Impacto económico y fiscal del sector
La relevancia del sector minorista de combustibles no se limita a su contribución directa al PIB. A través de múltiples impuestos, este sector juega un papel crucial en el financiamiento del Estado. Por ejemplo, cada galón de gasolina vendido implica impuestos que suman aproximadamente $2.818,67, representando el 18 % del precio final.
En línea con el avance hacia una movilidad sostenible, la dependencia actual de los combustibles líquidos exige un enfoque gradual y consensuado. Como se discutió en el Foro, las propuestas de reforma tributaria que aumentan la carga fiscal sobre combustibles podrían tener un efecto adverso en la demanda, con pérdidas estimadas que podrían alcanzar los 202 mil millones de pesos anuales, afectando directamente la recuperación del sector.
El futuro de las estaciones de servicio
El V Foro COMCE no solo sirvió como un espacio de reflexión, sino también como un llamado a la acción. Con la creciente competencia y la necesidad de modernización, los pequeños minoristas deben adaptarse a un panorama en transformación. La electromovilidad y el impulso de electrolineras, presentados por Laura Vásquez Pérez, asesora de transporte en el Ministerio de Minas, son solo algunas de las iniciativas que pueden abrir nuevas oportunidades para el sector.
Sobre este punto, David Jiménez Mejía, presidente ejecutivo de COMCE, señaló: “El 99 % de la matriz energética que mueve al país en el sector transporte es energía fósil. Para lograr una transformación hacia nuevas formas de movilidad, es necesario construir 3.000 puntos de carga por año para abastecer la demanda de vehículos eléctricos en 2030″.
Por otra parte, José Stalin Rojas Amaya, director del Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional de Colombia, indicó que el sector de combustibles puede no solo adaptarse, sino también liderar el camino hacia una economía más sostenible.
“Las estaciones de servicio tendrán que aprovechar estos factores para migrar de la atención del vehículo a la atención de los clientes, explorando elementos fundamentales como sus radios de acción para verlos como una oportunidad de futuro negocio”, indicó.
Finalmente, la discusión sobre políticas de desarrollo productivo resaltó la importancia de la colaboración entre el sector público y privado. La transición hacia una movilidad sostenible debe tener en cuenta las necesidades de todos los ciudadanos sin dejar atrás a los actores clave de la economía, como son los minoristas de combustibles.