Con el retorno del Carnaval de Barranquilla, tras la suspensión por la pandemia, el comercio de licores y cervezas vive una época de ‘vacas gordas’ en cuanto al crecimiento de sus ventas. El consumo de bebidas alcohólicas como cerveza, ron, aguardiente y whisky, entre otros, se incrementa entre los clientes que llenan cada tienda, estadero, bares, discotecas y todos los eventos que se realizan durante las carnestolendas en la capital atlanticense.
'La fiesta es sinónimo de consumo, y más en el Carnaval de Barranquilla, donde se vuelca muchísima gente a tomar todo tipo de licor no solo local, sino la nacional y hasta internacional. Esto genera un aumento considerable en las ventas por más del 50 % en comparación con cualquier fin de semana común y corriente del año', manifestó Juan Pablo Castaño, director comercial de líneas estratégicas de Dislicores.
Añadió que las distintas marcas de licores y cervezas aprovechan el momento para promocionar sus productos por todos los sectores de la ciudad, lo que representa un punto de inflexión para el consumo durante los cuatro días de fiesta.