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La respuesta de los gobiernos del mundo frente a los impactos sanitarios y económicos de la pandemia que los llevó a adoptar medidas de estímulo fiscal, monetario y financiero para mitigar los efectos y tomar la senda de reactivación llevó a que la carga de la deuda de los países de bajos ingresos aumentara en un 12 % y alcanzara la cifra récord de USD 860 mil millones en 2020, de acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial.

El Banco señala que incluso antes de la pandemia, muchos países de ingreso bajo y mediano ya estaban en una posición vulnerable, con una desaceleración del crecimiento económico y una deuda pública y externa ubicada en niveles elevados.

El volumen de la deuda externa de los países de ingreso bajo y mediano combinados aumentó un 5,3 % en dicho año, hasta alcanzar los USD 8,7 billones.