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La llegada de la pandemia planteó uno de los entornos más retadores que se han presentado para el desarrollo de la vida laboral. La adaptación de empresas y colaboradores a las nuevas modalidades de trabajo bien sea remoto o híbrido es un tema que cada vez cobra mayor importancia.

Resultados de la Encuesta de Conciliación de Vida Laboral, Familiar y Personal de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), realizada en medio de la pandemia, indican que el 57% de los encuestados afirmó que las jornadas laborales han sido en promedio mayores a ocho horas diarias. Específicamente el 61% de las mujeres y 53% de los hombres han visto aumentadas sus jornadas de trabajo.

Compañías como Procter & Gamble (P&G) en medio de esta coyuntura han apostado a fortalecer y potencializar su cultura de bienestar en el trabajo enfocándose en promover iniciativas de Equilibrio vida-trabajo.

'Para P&G las prioridades durante esta coyuntura han sido los colaboradores. El Equilibrio vida-trabajo se ha convertido en una necesidad para las nuevas formas de trabajo, lo que significa un esfuerzo adicional de la compañía, que requiere confianza y empatía, a fin de generar un ambiente de trabajo muy poderoso en el que la gente se sienta cómoda trabajando y expresando sus emociones, pues saben que cuentan con una organización que los respalda y se preocupa por ellos', asegura Juan Carlos Trujillo, gerente general de P&G para Pacífico (Colombia, Chile y Perú).

La multinacional con operaciones en aproximadamente 70 países alrededor del mundo presenta cinco recomendaciones para entornos laborales de equilibrio en sus colaboradores.

Capacitaciones regulares a los líderes de la compañía. Estos deben adaptar sus modelos de liderazgo a la virtualidad con el fin de generar ambientes de escucha y confianza. De tal forma, su rol puede ser estratégico, unificador y empático, que empodere y fortalezca a los colaboradores en habilidades de autogestión, autocontrol y autonomía, de tal forma que estos manejen los desafíos y eviten caer en escenarios de estrés, pánico o ansiedad.

Implementación de horarios modificables durante la jornada laboral. Ajustar los horarios a la nueva realidad de los colaboradores y capacitarlos en el manejo del tiempo. Asimismo, se debe regular el número de reuniones y los horarios de estas, para evitar saturar a los colaboradores con mucha información. En P&G, por ejemplo, este tipo de encuentros no deben ser citados después de las 6:00 p.m. Además, las agendas de los empleados están bloqueadas todos los viernes después de las 03:00 p.m. para terminar la jornada laboral a esta hora, el cual es denominado 'Early Friday'. Todo esto buscando generar un balance entre los tiempos de trabajo y el espacio personal, de diversión y relajación.

Promover hábitos saludables y de autocuidado. Es necesario recordar las prácticas de bienestar y autocuidado como higiene postural, pausas activas y alimentación balanceada. Establecer tiempo para realizar actividad física y respetar los horarios de sueño también es fundamental para los colaboradores.

Mantener una comunicación constante. En medio del trabajo remoto, establecer una comunicación constante, eficiente y positiva es fundamental para la coordinación y la retroalimentación de actividades. Es importante que las compañías comprendan que la comunicación con los colaboradores va más allá de ejercer un control de actividades, se trata de escuchar y comprender las necesidades y requerimientos del otro, así como compartir las propias.

Reconocimiento por el otro y sus logros. En momentos de crisis, las buenas noticias y logros de los equipos deben ser vistas y celebrarse como un logro para toda la compañía, reconociendo contantemente la gestión y el esfuerzo de los todos los trabajadores.