Aunque persistan los retos para su correcta implementación, el teletrabajo se presenta como una oportunidad para la equidad de género laboral. Esta conclusión se desprende del primer día del conversatorio 'Nuevas dinámicas laborales en tiempos de pandemia', organizado por la Universidad del Rosario junto a la a Universidad de San Martín de Porres, de Perú.
La profesora de la Universidad del Rosario Francoise Contreras promovió esta idea durante su participación en el evento, basándose en investigaciones teóricas realizadas en el tiempo reciente.
'El teletrabajo es una oportunidad para fortalecer la equidad de género, ya que permite la posibilidad de ofrecer una relación igualitaria en el hogar que a su vez incidirá en la creación de entornos laborales igualitarios para hombres y mujeres', señaló.
Para Contreras esta situación se deriva de que el teletrabajo ofrece la posibilidad de 'un enfoque más equilibrado e igualitario en las situaciones domésticas', fortalece las relaciones entre padres e hijos, ya que fomenta la responsabilidad compartida del cuidado y 'genera empatía' respecto al desafío de lograr un equilibrio entre el trabajo remunerado y por el que no se reciben ingresos.
Sin embargo, para la docente universitaria existen dos grandes barreras para las mujeres que se encuentran en teletrabajo, una interna y otra externa. La interna es un sentimiento de ansiedad y preocupación por la reducción de perspectivas de carrera al sentirse menos visibles, y la externa es la falta de confianza de los directivos sobre la capacidad y voluntad de trabajadoras para desempeñarse igual que en el lugar de trabajo.
'De acuerdo con cifras mundiales, alrededor de un 80% de las mujeres en modalidad de teletrabajo del mundo pueden mantener sus empleos en simultánea con las actividades de cuidado; cerca de un 83% de las personas que realizan teletrabajo reducen su nivel de estrés al estar en casa y no tener que desplazarse; y un 78% de quienes están en teletrabajo tienen un mayor equilibrio entre la vida familiar y laboral', afirma Claudia Cortés, profesora de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario.