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La Terminal Metropolitana de Transportes de Barranquilla (TMTB) recibió calificaciones nacionales de largo y corto plazo en 'AA-(col)' y 'F1+(col)', respectivamente por la calificadora internacional Fitch Ratings. La Perspectiva de la calificación de largo plazo es Estable.

Las calificaciones nacionales ‘AA’ denotan expectativas de muy bajo riesgo de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones en el país.

La calificadora señala que la Terminal de Transportes de Barranquilla tiene una ubicación estratégica en el área metropolitana y el Distrito de Barranquilla. Tiene fácil acceso a conexiones con ciudades importantes de la región como Santa Marta y Cartagena.

Destaca que es la única terminal autorizada por el Ministerio de Transporte para prestar el servicio intermunicipal e interdepartamental de pasajeros en esta área, lo que le confiere características propias de un monopolio.

El análisis de la agencia indica que se espera que tras la reapertura al público de la terminal, se dinamicen la afluencia de viajeros y de los despachos de vehículos. Aclara que si bien la demanda se ha visto afectada se debe al impacto de la pandemia.Fitch asegura que monitoreará el comportamiento de la demanda en el mediano plazo y que la evaluación del riesgo de demanda es de ‘Rango Medio’.

Además, la agencia opina que la terminal presenta una flexibilidad limitada para incrementar sus ingresos, pues no define autónomamente las tarifas de la principal fuente de ingresos de su operación, es decir las tasas de uso, ya que son reglamentadas por el Ministerio del Transporte y crecen de acuerdo al índice de precios al consumidor (IPC) del año anterior.

Aproximadamente 85% de los ingresos de la terminal se define por mandato regulatorio y el restante 15%, que corresponde a ingresos percibidos por arrendamientos, alcoholimetría y otros servicios, se define por negociación.

Fitch observa que la composición y estructura de los ingresos de la terminal no se modificarán en el mediano plazo y espera que mantengan una dinámica de crecimiento sostenida. Por ello, las características de fijación precios se evalúan como ‘Débil’.

Resalta que la entidad tiene una posición estratégica que le ha permitido acceder de manera oportuna a proveedores, servicios, mano de obra, materiales y suministros indispensables para su operación. Sin embargo, no cuenta con un plan de inversión de mediano y largo plazo, lo que genera incertidumbre sobre sus necesidades de inversión y financiación en el futuro.

La generación operacional de la empresa en términos de EBITDA, según cálculos de Fitch ha sido positiva, pero con tendencia decreciente. Al cierre de 2019, fue de alrededor de $1.255 millones, menor que el registrado de 2015 a 2018. El margen de EBITDA para los dos últimos años se ha mantenido en promedio por encima de 21%, nivel que compara favorablemente con sus pares. El perfil financiero es ‘Débil’.

La agencia señala que la entidad planea contratar deuda nueva por hasta $5.000 millones para la construcción una terminal satélite; su intención es desembolsarlos en 2021, con un plazo de ocho años con tres años de gracia, junto con una tasa del indicador bancario de referencia (IBR) más cinco puntos adicionales.Al cierre de 2019, no tenía deuda financiera.

Con estas condiciones en el escenario de calificación de Fitch de 2020 a 2024, se espera que el nivel de apalancamiento deuda neta a EBITDA llegué a niveles levemente superior a 4x en los próximos años, lo que determina un perfil de apalancamiento como ‘Más Débil’.

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