La plataforma de movilidad compartida de origen chino anunció este jueves el balance oficial de su primer año de operaciones en Colombia, donde destacan los 100 mil socios conductores, entre taxis y particulares, que se han registrado y su presencia en cinco ciudades del país.
A la fecha Didi ha realizado una inversión de USD30 millones principalmente orientada a generar un entorno más seguro, tanto para usuarios como socios, por medio de herramientas tecnológicas como el reconocimiento facial de socios o los canales de atención y reacción, dedicados a ofrecer un acompañamiento directo y permanente a la comunidad.
Además la firma ha adecuado oficinas privadas para socios y centros de soporte en Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín. Además, con sus operaciones ha generado más de 200 empleos indirectos.
'Nuestra filosofía se basa en la colaboración. Antes de tomar cualquier decisión en Didi, pensamos de qué manera podemos agregarle valor a la población. Colombia es un mercado que requiere con urgencia soluciones tecnológicas para la movilidad. Por eso estamos aquí, para ofrecer una alternativa más económica, segura y confiable, tanto para usuarios como para socios', aseguró Simeng Wang, gerente general de Didi en Colombia y Chile.
En ese sentido de seguridad hacia los usuarios, la firma china dijo que durante este año, se han rechazado más de 23.000 solicitudes de registro que no cumplen con los términos y condiciones, tanto en taxis como en carros particulares.
En el marco de la pandemia por la COVID-19, Didi ha invertido $1.800 millones en ayudas de responsabilidad social, como viajes gratis y cupones para profesionales de la salud, estaciones de desinfección para los vehículos de los socios, asistencia para la adquisición de elementos de higiene, además del reciente lanzamiento de DiDiContigo, una solución temporal para las personas que deben movilizarse durante el periodo de aislamiento y que se encuentran dentro de las excepciones.
En la actualidad, los taxis registrados en la aplicación reciben el 100% de los ingresos, mientras que los conductores particulares el 90%.