El impacto cada mes de aislamiento obligatorio, medida impuesta para frenar la expansión del coronavirus, en el crecimiento económico del Atlántico se calcula entre el 0,5% y 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) del departamento es decir unos $2,6 billones, según un análisis de Fundesarrollo.
La directora de centro de investigaciones económicas, Kelina Puche, participó este viernes en un seminario virtual con Andrés Vargas, profesor de la Universidad del Norte sobre los efectos económicos y sociales de confinamiento en la Costa Caribe.
Fundesarrollo plantea tres escenarios de aislamiento en el Atlántico y realiza una proyección de los efectos económicos que tendrán las medidas de restricción en cada uno de ellos. El primero excluye del mercado laboral a los mayores de 70 años; el segundo, suma a la exclusión de mayores de 70 años al 30% de los ocupados y el tercero, hasta el 60% de los ocupados.
Puche explicó que el primer escenario contempla la salida del mercado laboral de los adultos mayores ocupados, que se subdividen entre 545 ocupados formales, y 23.041 informales en el departamento, lo que supondría el aislamiento de 23.586 ocupados de más de 70 años.
El sector más afectado en caso de adoptar el primer escenario de aislamiento sería el de fabricación de sustancias químicas y productos farmacéuticos. La proyección de la participación perdida sería del 11,7% ($23.000 millones).
En contraste, el sector menos afectado sería el sector educativo, con una participación pérdida del 3,3%, de unos $6.600 millones.
El segundo escenario contempla la salida del mercado laboral del 30% de los ocupados, entre los que se incluyen los mayores de 70 años. Estos, a su vez, están representados en 301.095 trabajadores informales en el departamento (26% de los informales), y sólo 84.098 formales (7%).
En este contexto, el sector que más afectaciones sufriría sería el de servicios administrativos, profesionales y técnicas, con una pérdida de la participación del 13,1%, representada en un monto de $231.800 millones.
Entretenimiento y recreación, sería sector menos afectado en este posible escenario con una contracción proyectada del 2,4%, representada en una pérdida económica de $42.200 millones.
El tercer escenario incluiría a los 60% de los ocupados del departamento, incluidos mayores de 70 años. El número total de informales que saldrían del mercado laboral sería de 522.261 trabajadores (45% de informales), mientras que los formales representarían 191.507.
En este contexto, el sector más afectado sería el de la construcción, con una caída del 10,8%, representada en pérdidas económicas superiores a los $280.000 millones, mientas que el de menor afectación sería generación y distribución de energía eléctrica, sector que se contraería en un 2,9%, y cuyas pérdidas mensuales alcanzarían los $76.400 millones.