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El proceso de reactivación de la actividad del sector constructor ya comenzó de manera gradual en 128 municipios, en 22 departamentos, los que concentran entre el 85% y el 90% de la actividad edificadora del país. Esto en el marco de las excepciones establecidas por el Gobierno nacional desde el pasado 27 de abril.

El Ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, dijo que acuerdo con los lineamientos del presidente Iván Duque se están reactivando las labores en los proyectos del sector edificador, protegiendo miles de empleos, y, sobre todo, salvaguardando la salud de los colaboradores.

Indicó que los avances logrados son producto de un trabajo en equipo, ya que el Gobierno nacional trazó los protocolos y estableció las reglas de juego, pero el éxito de su implementación no sería posible sin las entidades territoriales, donde las alcaldías son claves en el rol de vigilancia y control.

'De esta manera estamos sentando las bases para que el próximo mes ya tengamos reactivados más de 2.000 proyectos en el país, que nos permitan mantener, en total, el empleo de más de 500 mil trabajadores del sector', señaló Malagón.

De acuerdo con la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) , este modelo de aislamiento inteligente para el sector constructor se reactivarán labores para 1,6 millones de empleos directos.

'Estos resultados son positivos no solo porque ya son más de 110 mil familias que asegurarán su sustento, sino porque son más de 1.100 proyectos que continuarán su fase de construcción y con una respuesta responsable y comprometida de los empresarios del sector en la implementación de los protocolos de bioseguridad y con la protección de la salud pública', afirmó Sandra Forero Ramírez, presidenta ejecutiva de Camacol.

Malagón destacó el cumplimiento de las normas biosanitarias como el uso de desinfectantes para el lavado de zapatos, lo mismo que la entrega de guantes y tapabocas.

Señaló que no es solo la medición de la temperatura, sino el monitoreo con preguntas sobre síntomas en los familiares de los colaboradores, lo que permitirá ir evaluando la evolución de los trabajadores. Las obras deben tener un supervisor por cada 100 trabajadores. A medida que se vayan incorporando a las obras más trabajadores, se va a demandar un mayor número de supervisores.

Malagón también resaltó el protocolo relacionado con la ropa, pues una es la del desplazamiento y otra la del trabajo. Esto significa que después de la desinfección, los colaboradores dejan guardada la que traen puesta y el empleador les proporciona la que van a usar al interior de la obra.