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Desde 2009, cuando en Colombia se estructuró la implementación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), las empresas han estado en un proceso de transición para adecuarse a los cambios que esto les representa a la hora de presentar sus reportes contables. La lógica de estos cambios responde, principalmente, a la necesidad de que las organizaciones colombianas puedan insertarse fácilmente en la dinámica de los negocios a nivel mundial.

Si bien los analistas coinciden en lo positivo que ha sido para las grandes empresas, en cuanto a sus procesos de crecimiento inorgánico (compras en compañías en el extranjero, productos con estándares de información internacional, incursión en mercados de capitales, entre otros), para las empresas pequeñas y medianas sigue siendo un reto, por lo que el tratamiento es distinto y, de hecho, se han otorgado plazos adicionales para cumplir las obligaciones que genera la norma.

De acuerdo con el profesor Alberto Muñoz, de la Escuela de Negocios de Uninorte, las falencias que se están presentando, se deben a dos factores. 'En primer lugar, a que es necesario invertir en sistemas informáticos que manejen la normas; y muchas de las empresas (sobre todo las pymes) no se encuentran en situación financiera para realizar tal inversión. Segundo, la poca formación que al respecto tienen gran parte de los contadores en el manejo de la norma internacional y a lo costoso que le resulta a la empresa contar con un profesional contable con la formación requerida'.

Aunque es de esperar que en estos periodos de transición haya dificultades, lo cierto es que hoy Colombia es un referente regional en normatividad internacional empresarial. El contador público y socio de la firma de asesoramiento contable Ernst & Young, Felipe Jánica, señala que todavía hay un camino por recorrer, pero que ha habido avances importantes.

Según Jánica, quien estuvo como invitado en Uninorte en el marco de la celebración del Día del Contador, que se conmemora el 1º de marzo, la normativa ha cambiado las posiciones financieras de las compañías, como la forma de reportar los ingresos o la entrada en vigencia de los derechos de arrendamientos, pero hay otros cambios no financieros que están tomando muchísimo valor, que no provienen simplemente de los estados financieros, sino de los reportes de sostenibilidad

'Los indicadores o los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para los informes de sostenibilidad tienen que hablarse con la información financiera y hay una especie de integración entre el reporte financiero y el reporte no financiero. Eso es lo más importante, porque lo que está haciendo este nuevo marco conceptual es generar valor de largo plazo a las compañías hoy día, no solamente en Colombia sino en el mundo', agrega Jánica.

Para Octavio Ibarra, decano de la Escuela de Negocios de Uninorte, incluir el concepto de sostenibilidad es uno de los aspectos clave. 'La prioridad para las empresas debe estar en avanzar en los reportes integrados que incluyen el concepto de desarrollo sostenible y poder tener una visión más integral respecto al manejo contable y al manejo financiero. En la medida que las compañías avancen en el concepto de sostenibilidad, no solo desde la perspectiva ambiental, sino también desde la perspectiva de valor agregado en el largo plazo, van a tener mayor valor para todo su grupo de opinión de los stakeholders'.