Por lo general se dice que garantizar el acceso a los servicios financieros a la población puede incidir en la disminución de la pobreza y mejorar los niveles de desarrollo. El Banco Mundial destaca las posibilidades que le da a los ciudadanos para consumir mayor cantidad de bienes y conseguir préstamos para inversión.
El profesor Jaime Palacios, del IEEC de Uninorte, señala que el beneficio para la economía de un país está relacionado con que acceder a estos servicios incentiva el ahorro, el acceso al crédito con tasas de interés competitivas, promueve la adecuada planeación de los gastos, lo cual estimula la creación de nuevos negocios e incrementan el consumo de bienes y servicios, canalizando los recursos producidos por los usuarios del sistema financiero.
Para el caso de Colombia, el profesor Palacios explica que un mayor acceso al sector financiero podría reducir la dinámica de los préstamos informales. 'En su mayoría están destinados al sector comercial, con tasas de interés de usura entre el 5% y el 20% mensual para montos de hasta $2 millones. Préstamos que son utilizados para solucionar problemas de liquidez de los comerciantes, que necesitan recursos para cumplir sus compromisos y que a la postre mantienen funcionando su negocio'.
De acuerdo con Palacios, si estos comerciantes tuvieran acceso a créditos con mejores tasas podrían bajar los precios de sus productos u obtener mayor utilidad para mejorar su ahorro. Por otro lado, las personas que más recurren a este tipo de préstamos costosos son quienes tienen un trabajo informal y que no están bancarizadas.
Según la Banca de Oportunidades, en 2017 se presenció una mejora de la inclusión financiera en Colombia. El índice de inclusión financiera, que muestra el número de colombianos adultos con productos financieros, pasó de 77,3% en 2016 a 79,9% en 2017.
Néstor Garza, profesor del IEEC de Uninorte, dice que, en teoría, todos tenemos acceso a servicios financieros, pero en la práctica en Colombia los bancos cobran comisiones demasiado altas por cualquier servicio (tarjetas de crédito, cambio de moneda, etc.); sin contar las excesivamente altas tasas de interés y los impuestos.
Pese a los beneficios para la economía que trae el acceso a los servicios financieros, para el profesor Luis Sánchez, de la Escuela de Negocios de Uninorte, esto no es suficiente para disminuir la pobreza.
'Los segmentos vulnerables deben estar en capacidad de tomar decisiones informadas, para lo cual es importante diseñar e implementar programas de educación y acompañamiento financiero que propendan por el desarrollo de competencias y habilidades financieras, desde la óptica personal y de sus negocios. Asimismo, no pueden pasarse por alto las normas, valores y creencias de las comunidades en las cuales dichos segmentos están inmersos; su rol es crucial para la implementación exitosa de cualquier iniciativa', agrega Sánchez.
Apoyo en la tecnología
Gracias a las nuevas tecnologías, el sector financiero cuenta con una herramienta para facilitar el acceso de sus servicios a la población desde cualquier lugar. Las cuentas bancarias y pagos digitales disminuyen los costos de transacciones financieras, así como el tiempo requerido por transacción e impulsan el desarrollo tecnológico. Según el Observatorio Ecommerce, en el 2017 creció en un 24% el número de transacciones digitales en el país; a través del cual se movieron alrededor de $51,2 billones.
De acuerdo con Palacios, se debe atacar la falta de información generalizada del manejo de los sistemas virtuales, dando a conocer la facilidad de las nuevas aplicaciones de los celulares y de las páginas de internet que cuentan con sistemas de seguridad robustos en cuanto al manejo de las claves de acceso y la confidencialidad de la información personal del cliente.
Mujeres usan más servicios financieros
La Banca de Oportunidades muestra que, del total de personas con productos financieros en Colombia, 13,7 millones son mujeres (51%) y 13,3 millones son hombres (49%). Esta situación contrasta con el panorama mostrado por el Banco Mundial, que para países en desarrollo el 72% de los adultos hombres tienen al menos un producto financiero, mientras que para las mujeres es del 65%.
Créditos de vivienda: bancos van a lo seguro
En el sector inmobiliario, las barreras que los bancos ponen al crédito de vivienda son cosustanciales debido a dos razones: 1) las altas tasas de interés que incrementan el riesgo de no pago, y 2) la incertidumbre en ingresos de la población debida a su informalidad, que también incrementa el riesgo de no pago. Si no se solucionan esos dos problemas, no hay mecanismos que permitan la expansión efectiva del crédito inmobiliario.
Los bancos en Colombia siempre han estado muy cómodos trabajando solamente con los segmentos altos y medio-altos de la demanda residencial; en realidad no tienen ningún afán o necesidad de incursionar en mercados más riesgosos. Incluso durante la popularización de la construcción con financiamiento del periodo UPAC.
Néstor Garza, profesor IEEC de Uninorte