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Un informe publicado por el Banco de la República propone que el salario mínimo sea diferencial entre las regiones de Colombia, según los niveles de productividad, con el fin de disminuir la informalidad en el país. La medida buscaría que las regiones más productivas tengan un salario mínimo superior respecto a regiones con baja productividad.

Esta medida llama la atención en medio de las discusiones actuales por el incremento del salario mínimo. El estudio indica que la propuesta no generaría alteraciones en el mercado laboral y, por el contrario, le daría mayor visibilidad a las poblaciones con informalidad alta y niveles de productividad bajos para que el gobierno, administraciones locales e instituciones atiendan sus necesidades.

Hay quienes plantean que la medida no está teniendo en cuenta las condiciones por las cuales existe heterogeneidad en la productividad entre regiones. María Cuenca, profesora del IEEC de Uninorte, plantea que esta es una medida que castigaría a las poblaciones con ausencia de infraestructura, de producción de commodities y de bajas condiciones de pobreza e informalidad. La profesora propone que el análisis debería tener en cuenta el coeficiente de GINI departamental y regional con el fin de mejorar las condiciones de acuerdo con la distribución del ingreso.

Por otro lado el profesor del IEEC, Jorge Quintero, propone que el salario no debería ser diferencial por regiones, sino por sectores económicos, dado que se podría castigar a sectores altamente productivos que hacen parte de regiones con altos índices de informalidad y baja productividad.

Hasta el momento es solo una posibilidad para que los expertos y hacedores de políticas tengan en cuenta a la hora de diseñar medidas para dinamizar las economías locales. En mayo de este año la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) entregó la recomendación a Colombia de establecer un salario mínimo diferenciado por regiones y por edades, dentro de su informe que entregó de la evaluación del país en su intensión de ingresar como miembro de este organismo. Este sería un paso para avanzar en las metas de reducir la desigualdad en los ingresos, la informalidad y la baja productividad.

Elkin Navas, profesor del IEEC, plantea que una medida de este tipo podría ser positiva para incentivar la productividad laboral, la capacitación de empleados y mejorar las condiciones laborales en la búsqueda de mayores rendimientos para los asalariados. Además, sería un impulso para aumentar la productividad, mejorar la competitividad en las empresas e incrementar la demanda de bienes y servicios por los mayores ingresos en los hogares.