A pesar de que la economía colombiana tuvo una respuesta positiva ante la caída de los precios del petróleo, su crecimiento será lento, indica el análisis ‘Situación Colombia’ presentado por BBVA Research.
De acuerdo con cálculos de BBVA Research, la economía colombiana crecería un 1,5% en 2017 y en 2018 un 2,0%
Juana Téllez, economista jefe de BBVA Colombia, señala que el choque de términos de intercambio, vivido por Colombia entre 2015 y 2016 tiene pocas comparaciones históricas, por lo que se puede considerar como evento muy particular.
'En esta oportunidad la confianza sobre las instituciones colombianas permitió gozar de financiamiento externo que suavizó el ciclo de gasto, especialmente el de consumo, lo que impidió que se tradujera el choque en una recesión económica', dice la experta.
La proyección del banco es que con menores tasas de interés e inflación, la capacidad adquisitiva de los consumidores mejorará y una vez se acomoden a las nuevas condiciones tributarias podrán normalizar paulatinamente su confianza y su gasto, con un crecimiento del consumo de los hogares de 1,6% en 2017 y 2,3% en 2018.
En cuanto al sector empresarial, se prevé que la inversión comenzará a ajustarse en terreno positivo luego de dos años de contracción, sin embargo tendrá una expansión moderada de 1,9% en 2017 y 3,1% en 2018, como respuesta a una demanda aun débil.
Los motores que impulsarían la recuperación de la economía nacional serían los avances en las obras de infraestructura 4G entre 2017 a 2019, la recuperación de los precios del petróleo y un mejor desempeño de las exportaciones para 2018.
El análisis indica que la inflación continuará con la tendencia a la baja en 2018 luego de un breve repunte entre agosto y noviembre de este año. Al finalizar 2017 se ubicaría en 4,3% y 2018 en 3,2%, dentro del rango meta.
Además, la entidad pronostica que el Emisor bajaría su tasa hasta 5,25% en 2017 y hasta 4,50% en 2018.
La economista asegura que la vulnerabilidad de la economía colombiana se ha moderado significativamente con la reducción del déficit en cuenta corriente en cerca de dos puntos porcentuales entre 2015 y 2016 y la expectativa de mejoras adicionales en 2017 y 2018.