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Para algunos, el tener un vehículo, aparte de las comodidades que brinda y las distancias que acorta, se ha convertido en un ‘dolor de cabeza’ por la cantidad de gastos que genera diaria, mensual y anualmente. Aparte de los obstáculos que se presentan cuando se conduce, al menos, en una ciudad como Barranquilla.

Pero, ¿cuánto le cuesta a un barranquillero de estrato medio tener un vehículo?, ¿cuánto saca de su bolsillo para rodar en un carro por la ciudad? El ejercicio se hizo con un automotor nuevo, modelo 2016, y otro usado modelo 2006.

Jimmy Villegas, propietario de una compraventa de autos usados, afirma que este negocio se mantiene en permanente 'crecimiento', hoy más, ya que el precio del dólar está por las nubes.

El beneficio, de acuerdo al comerciante, está en que en este sector hay muchos vehículos de 3 o 2 años, incluso de más, que parecen nuevos, tienen poco kilometraje, y se dan más económicos que en los concesionarios. Una persona se puede llevar un carro, prácticamente nuevo, por un menor precio. 'Hay que partir de esa base', sostiene el comerciante.

Se estima que por cada vehículo nuevo que se vende se comercializan alrededor de tres usados. De acuerdo con datos del Registro Único de Transporte (RUNT), entre 2013 y 2014 traspasaron 1.615.678 vehículos, mientras que en el mismo periodo se vendieron 622.372 autos cero kilómetros.

LO QUE VALE COMPRAR UN USADO. Un vehículo tipo sedán, cuatro puertas, motor 1,4 litros, mecánico, modelo 2006, según Villegas, puede estar en los $13 millones, dependiendo su uso, motor y equipamiento. El ejercicio se hace como si el carro estuviera en la vitrina del negocio, listo para salir a la calle.

En ese sentido, quien va a adquirir un automotor con estas características -añade el experto- puede estar desembolsando unos $14 millones 247 mil, lo que incluye, obviamente, el valor del carro, un peritaje para verificar su estado, impuesto de movilidad, impuesto a las rentas, aceite, gasolina, Soat, revisión técnico-mecánica, líquido de frenos y una lavada (ver infografía).

Otras gestiones, como el traspaso del carro, con su derecho del trámite, estampillas distritales, estampillas departamentales, Ministerio de Transporte y Runt, valores establecidos en las tarifas de trámites y servicios vigencia 2016 de la Secretaría de Movilidad Distrital, la cuota aumentaría $250 mil más.

Y si le hace falta una batería y un juego de llantas nuevos serían unos $750 mil más. En total, de 13 millones de pesos que costaba el carro usado, el valor oficial que vendría a pagar el cliente sería de $15 millones 253 mil, en promedio.

CARRO NUEVO, VIDA NUEVA. Alexander Vanegas Cera, empleado de una compañía de pinturas, adquirió el pasado 13 de enero un vehículo cinco puertas, motor 1.2 litros, mecánico, modelo 2016, recién desempacado de Corea del Sur, por un valor de $29 millones. El carro fue financiado a 4 años, con cuotas de $537 mil mensuales. En esta suma, según Vanegas, ya estaban incluidos el valor del Soat ($315.000) y matrícula ($229.000). 'Eso lo hacen la mayoría de las marcas para seducir al cliente', dice.

Aparte, para sacar el vehículo del concesionario, pagó $300 mil por derechos de papeleo, 'le dicen tramitología. Esos los di en el concesionario'. A eso se sumaron $330 mil más por valor de la licencia y los exámenes, 'sin hacer curso'.

Además de una póliza de seguro básico para el vehículo que le costó $2.500.000. 'La póliza se liquida anual y se paga a 12 meses'. Y finalmente dio 80 mil pesos que pagó en una bomba de gasolina para abastecer completamente el tanque del vehículo, tras el retiro de la vitrina. Un tanque lleno puede alcanzar para una semana de uso.

En total, para rodar su carro del concesionario sin ningún tipo de complicación, debió mover el bolsillo en enero con $1.412.000.

Sin embargo, Vanegas aclara que en el concesionario le dieron una fecha límite (hasta el 30 de junio) para pagar el impuesto de rodamiento de la Gobernación con un valor de $570.000. Además el pago del impuesto por tránsito vehicular que genera el Distrito, con plazo de cancelación hasta septiembre, que son $144.900. Entonces así, al millón 412 mil deberá incluirle los impuestos de este año, por un valor total de 714.900 pesos, lo que finalmente, son $2.126.900.

En lo que tiene que ver la revisión técnico-mecánica, los vehículos nuevos solo deben hacerla seis años después a la fecha de compra.

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OTROS GASTOS. Además de los costos fijos de ‘tanquear’, parqueo y lavado hay otros que son variables, para los que se recomienda tener un fondo de contingencias, ya sea propietario de un nuevo o un usado.

Expertos recomiendan hacer mantenimientos preventivos, los cuales ayudarán a evitar problemas inesperados. El cambio de aceite y filtros debe hacerse cada 6 mil kilómetros y la sincronización cada 10 mil kilómetros, los valores promedio son de $80.000 y $150.000 respectivamente, según el taller.

A los vehículos nuevos se les programan revisiones periódicas que se deben cumplir para mantener la garantía, pero los costos de lubricantes u otros elementos que se requieran deben ser asumidos por el dueño.

Las llantas deben cambiarse cada 50 mil kilómetros, con una inversión que va desde los $80.000 por unidad, calibrarlas puede costarle de $50.000 pesos y balancearlas unos 6.000 pesos cada una.

El sistema de frenos debe revisarse cada 10 mil kilómetros y generalmente incluye cambio de pastillas y bandas. Los costos dependen del modelo del vehículo y la calidad de los productos.

Adicionalmente no deben perderse de vista los rayones o abolladuras que pueda sufrir el carro, el valor reparación depende de la magnitud del daño. Hay otros costos como compra de equipo de carretera, extinguidor y botiquín ($80.000) y mantenimiento del aire acondicionado ($120.000).

Vanegas, según manifiesta, espera que todo este gasto no supere lo que asumía antes diariamente en transporte público. Para él, la idea siempre fue economizar dinero y encontrar la comodidad que no le daban los buses.

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2016, un año decisivo para la industria automotriz: Andemos

Variables como el dólar, la inflación y el desarrollo del sector constructor serán de gran influencia este 2016 para el sector automotor, según lo pronostica Andemos, la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores. La agremiación proyecta un comportamiento en línea con la coyuntura económica que atraviesa el país y pronostica ventas aproximadas de 260 mil unidades.

El sector de la construcción tendrá un desarrollo relevante en 2016, y con este se verá favorecido el segmento de vehículos comerciales como camiones y volquetas. 'Esperamos que en 2016 el Gobierno continúe cerrando los contratos de los proyectos de infraestructura y se agilicen las licitaciones de renovación de las flotas del SITP', manifiesta Oliverio García, presidente de Andemos.

Además señala que 'los buses también podrán tener un año favorable, siempre y cuando se otorgue el aval para la exención del IVA en los pequeños transportadores', agrega García.

Con relación a los vehículos para consumidor final, este año el comprador encontrará un mercado con amplia oferta, novedosas promociones y atractivos planes de financiación. Además serán protagonistas los grandes lanzamientos que traerán las marcas para los distintos segmentos y que empezarán desde muy temprano.

'En Andemos esperamos trabajar con el Gobierno Nacional y las autoridades distritales para implementar mejores prácticas en el sector, con programas eficientes de reposición del parque automotor que permitan amortiguar el impacto de la desaceleración económica, en un sector que genera un impacto económico anual que supera los 50 billones de pesos al año, incluyendo industria, comercio y bienes complementarios', afirma el agremiado.

Obviamente el dólar seguirá siendo determinante para la definición de los precios de los vehículos. Si la tasa de cambio continúa con su tendencia al alza, iniciada en el segundo semestre del 2014, habrá presión en los precios de los vehículos, lo cual influirá en la contracción del mercado. Otro factor de alta influencia son los TLC, que ayudarán a amortiguar los precios de los vehículos y en consecuencia, generarán balance. Por otra parte, si el precio del petróleo se recupera (por algún factor que afecte la oferta de crudo), la tasa de cambio podrá estar por debajo de los tres mil pesos, favoreciendo la situación del mercado de vehículos en Colombia.

En caso de que se estabilice la inflación, las tasas de interés para créditos de consumo también lo harán, de lo contrario seguirá la tendencia al alza. Para el sector es clave la diversificación de planes de crédito, así el cliente podrá elegir la opción que mejor se adapte a sus necesidades.

Actualmente la asociación está compuesta por 17 empresas y 30 marcas asociadas al sector.