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Con el panorama actual de la industria cárnica del país, se podría decir que el negocio pasa por un momento ambiguo: por un lado, hay un factor positivo que es la intención del Gobierno de abrir nuevos mercados, pero, por otro, la producción nacional, el consumo y las exportaciones han caído, lo que evidencia que Colombia aún tiene mucho camino por recorrer.

Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) las exportaciones de carne bovina y embutidos sumaron US$50 millones en 2014 y registraron una variación negativa de 314% frente a 2013, cuando el total de las ventas externas representaron US$207 millones.

De hecho, en 2015 (enero - septiembre) las exportaciones sumaron US$22,6 millones presentando un decrecimiento de 45%, con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se alcanzaron ventas por US$41,8 millones.

Por su parte, las ventas externas de los embutidos han crecido en promedio 5% en los últimos años, pero estas influyen poco en resultado final, ya que tienen una participación ínfima en el grueso de las exportaciones: 0,07% fue la participación de la carne procesada en las ventas al exterior de 2014, lo que equivale a $68,5 millones.

Si bien lo anterior es una muestra de que el país está lejos de tener un protagonismo importante en el mercado internacional, todos los frentes involucrados están trabajando para mejorar la situación.

Precisamente el mes pasado el Ministerio de Comercio Industria y Turismo dio a través de un comunicado información que vislumbra que el mercado está por tomar un nuevo aire en las ventas al extranjero.

Como parte del Proyecto de Interés Nacional Estratégico (Pines), que busca la diversificación de las exportaciones colombianas y aumentar por ende las de carne bovina, el Gobierno logró que la Autoridad Sanitaria de Georgia (NFA por sus siglas en inglés) diera el aval al modelo certificado sanitario para la exportación de estos productos.

Según el documento esto aplica específicamente para los productos cárnicos, como los embutidos, y la carne deshuesada congelada que proviene de las plantas habilitadas de Frigosinú, Camaguey, Red Cárnica y Vijagual.

La ministra de Comercio Industria y Turismo, Cecilia Álvarez-Correa, expresó que 'este sin duda, es un logro de país que va en línea con nuestro plan de diversificar las exportaciones, para que en el 2018 las no minero-energéticas sumen US$30.000 millones'.

Georgia se sumaría a la lista de destinos para los productos cárnicos que produce el país que está compuesta por Rusia, Jordania, Curazao, Perú y Angola.

Además, se informó que otros países se encuentran en proceso de apertura de mercado y estos son: Argelia, Líbano, Libia, Egipto, Singapur, China, Chile, Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, Indonesia, Hong Kong, Vietnam, Israel, Corea del Sur, Japón, Jamaica, México, Guatemala, República Dominicana, Panamá, Trinidad y Tobago y Congo.

Este Pines, en el cual participan los ministerios de Comercio, Industria y Turismo, de Agricultura, Salud y de Relaciones Exteriores, así como las Embajadas de Colombia y el sector privado, tiene como objetivo primordial aumentar la exportación de carne bovina a 2018 llegando a US$444 millones.

El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri, expresó en un comunicado de prensa que 'con la conquista de los mercados internacionales, el beneficio no es solo para los agricultores o ganaderos, estamos buscando desarrollar el sector rural en general, generando nuevas oportunidades laborales, mejorando la competitividad e ingresos de los productores colombianos'.

El gerente general del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Luis Martínez, dijo en el documento que 'este es un paso significativo en la admisibilidad de la carne colombiana al mundo, el ICA adelanta procesos de admisibilidad con países como: Estados Unidos, Canadá, Panamá, Guatemala, Indonesia, China, entre otros'.

Por lo pronto, Rusia se consolida como el mercado internacional más fuerte para Colombia. Las exportaciones a dicho país en 2011 (enero – agosto) sumaron US$554 mil, mientras que en 2015 registraron un aumento sustancial y ascendieron a US$5,8 millones, según el Fondo Nacional del Ganado. Según cifras de Fondo de Estabilización de Precios (FEP). Rusia compró 996 toneladas de carne roja deshuesada congelada por un valor de US$2,9 millones en el primer semestre del presente año.

PRODUCCIÓN Y CONSUMO. El mercado interno se ha visto afectado por la disminución en la producción de carne bovina lo que ha hecho que los precios suban y la gente consuma menos.

Si bien la producción en 2014 alcanzó los $15,6 billones, según cifras de las

Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), esta ha venido disminuyendo desde 2012. Ese año se sacrificaron 4,4 millones de cabezas de ganado, mientras que en 2014 fueron 4,3 millones, con una variación de -3.2%.

Jalonado por esto, el consumo per cápita de carne roja y carne procesada en el país se redujo: en 2012 los colombianos consumían 20,76 kilogramos por habitante (kg/hab), en 2013 bajó a 19,7 kg/hab y el año pasado fue de 19,3 kg/hab.

En el país se consumieron 947 mil toneladas de la proteína de res en 2014 lo que representó una caída de 2,2 % frente a lo registrado el año inmediatamente anterior, según cifras de la Federación.

A esto hay que sumarle que la producción posiblemente se va a ver afectada este año debido a factores como el Fenómeno de El Niño, el contrabando animal y el sacrificio clandestino; estos dos últimos aspectos influyeron de manera sustancial en la caída de años anteriores. Por otra parte, hay que esperar que se consoliden las cifras de este año para poder determinar si el anuncio hecho en octubre por la Organización Mundial de la Salud (OMS) llega a afectar el consumo de la proteína y los embutidos.

El 26 de octubre la OMS alertó sobre el consumo de carne rojas (carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra) y carne procesada (embutidos tales como morcilla, mortadela, salchichas, entre otros) y dijo que serían 'potencialmente cancerígenas' para los humanos.

En dicho estudio la carne roja se encuentra en la categoría 2A y según la clasificación de IARC esto quiere decir que puede ser cancerígena, pero solo existe experimentación en animales no en humanos. No obstante, se podría establecer que hay agentes en estos alimentos que podrían afectar de igual forma a las personas.

Por otra parte, también se dio a conocer que un estudio realizado por 22 expertos de la OMS determina que los embutidos causan cáncer colorrectal y que la carne roja es 'probablemente carcinógena' y también puede causar cáncer de páncreas y de próstata.

Con respecto a esto el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, se pronunció a través de la columna 'No coma cuento…', publicada en EL HERALDO, en donde mostraba su opinión frente a dicho anuncio.

Allí, Lafaurie expresa que sobre el tema de la carne roja le quedan muchas preguntas y que 'el boom inicial y su pésimo manejo mediático hicieron mucho daño, aunque luego se haya aclarado que esa 'probabilidad' de que la carne fuera cancerígena no es mayor que la de muchos alimentos y sustancias de nuestro diario vivir, y su riesgo está relacionado directamente con altos consumos. Lo que ya sabíamos: que todo en exceso hace daño'.

Afirma que si el tema es la carne procesada, es decir, 'la que tiene transformaciones y adiciones de conservantes, saborizantes y demás sustancias, ¿por qué solo mencionan a la carne? y no a otros productos como las bebidas endulzadas y las harinas'. Y concluye diciendo que La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en ingles), recomienda un consumo per cápita de '33 kilogramos por habitante'.

CARNE A PANAMÁ. En una reunión que sostuvieron en días pasados el ICA y el Ministerio de Agricultura de Panamá, se acordó que para el primer semestre del próximo año se efectuarán los requisitos sanitarios y la habilitación de las plantas de sacrificio para el envío de la carne deshuesada a ese país.

Aurelio Iragorri, expresó en un comunicado que 'este es uno de los mercados priorizados en las metas del Gobierno, que buscan darle nuevas oportunidades al campo colombiano, nuevos empleos y mayor competitividad para los productores'.