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Antes de finalizar 2015 las principales ciudades de Colombia: Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, contarán con un código de construcción Sostenible, que busca generar ahorros en consumo de energía y agua en las nuevas edificaciones de las ciudades. En Barranquilla trabajan en un proyecto paralelo al nacional, que podría otorgar beneficios tributarios a las constructoras que superen los parámetros de cuidado que contenga el código.

La capital del Atlántico será una de las primeras ciudades del país en desarrollar una normativa específica de construcción sostenible. La Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Grupo Banco Mundial firmaron un acuerdo con la Cámara de Comercio y la Cámara Regional de la Construcción del Caribe (Camacol) para diseñar un nuevo marco regulatorio que fomente este tipo de construcción en la ciudad.

'Trabajamos basados en lo que viene trabajando el Gobierno Nacional, que está por aprobar un proyecto general de construcción verde para el país. A nivel municipal lo que buscamos es que esas constructoras que implementen cuidados mayores a los porcentajes que se establezcan en el código, se les puedan brindar incentivos, ya sean tributarios, tramites de licencia de construcción más rápido o permisos para construir más', expresa Kristtian Rada, líder del programa de Ciudades y Gobiernos para Latinoamérica y el Caribe, de ICF.

El código se formulará teniendo en cuenta las particularidades climáticas de la ciudad.

'Básicamente se definen nuevos diseños y nuevas formas constructivas que permitirán tener ahorros de energía y agua. Miramos las condiciones climatológicas de las ciudades y partiendo de eso trabajamos. En climas como el de Barranquilla, lo ideal es que una construcción sostenible elimine la necesidad de estar usando aires acondicionados o tener luces encendidas a tempranas horas', indica Rada.