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Anotado el gol del triunfo ante América, de tiro libre, Sebastián Viera se fue a celebrar eufórico a un costado de la cancha. El arquero uruguayo se quitó la camiseta y, entre risas, terminó haciendo unas señas con sus manos, como cobrando, para luego llevarse un dedo cerca a la boca, en señal de bebida.

Muchos malinterpretaron la celebración, pero ella tiene un significado especial, y era sobre una apuesta que el capitán rojiblanco le ganó a un gran amigo, Eduardo Uribe Álvarez, gerente y socio de Samba Sport Bar.

¿En qué consistía la apuesta? Si Viera anotaba un gol, independiente de la forma, Eduardo debía regalarle la cuenta a todos los clientes que por lo menos hubiesen consumido una botella de Cerveza Budweiser (Viera es embajador de la marca).

'Hace 15 días hicimos una apuesta de tirar 15 penaltis para ver quién ganaba, y pues ganó Sebastián. Cuando le fui a pagar me dijo: ‘no me pagues, con esa plata ayuda, de alguna forma, a los hinchas del Junior’. Como no me recibió el dinero, entonces yo le dije: ‘voy a hacer una apuesta para el partido contra América, si metes un gol, yo le regalo la cuenta a todos los clientes que estén viendo el partido en Samba, siempre y cuando hayan tomado una cerveza de Budweiser’. Y tenga, preciso se le ocurre meter ese golazo. Hubiera preferido pagar la apuesta de los penaltis y no pagar lo casi cuatro millones que me costó el chiste (risas)', cuenta Eduardo en diálogo con EL HERALDO.

El gerente y socio del establecimiento, que le une una amistad con Viera desde hace tres años aproximadamente, manifiesta, entre risas, que la cosa le hubiese salido peor si Viera hubiese convertido el penal, que finalmente el VAR anuló.