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Comienza la recta final de la Liga. Diez partidos para que Junior logre asegurar un cupo en el ‘grupo de los ocho’, privilegio que aún no ha podido alcanzar en este primer tramo de la temporada, ocupando hoy la décima posición… eso sí, con los mismo puntos (14) del octavo (Patriotas).

Por eso el duelo de esta noche ante el Atlético Huila, en el Guillermo Plazas Alcid, es clave, determinante, importante. Ganar significa —¡por fin!— meterse parcialmente en zona de clasificación, y a partir de ahí comienza un ‘nuevo torneo’, si así se puede llamar.

Ganar significaría, también, tranquilidad. El mejor remedio para superar una dolorosa eliminación —la reciente de Copa Águila— es el triunfo, porque sana heridas, porque refresca y llena de confianza, porque te cambia el semblante y te genera energía, salud, vitalidad, estabilidad. A eso le apunta hoy este Junior de Comesaña, que volverá a ver los ‘toros desde la barrera’ (el técnico colombo-uruguayo sigue cumpliendo el mes y medio de sanción que le impuso la Comisión Disciplinaria de la Dimayor por el altercado que tuvo en la Copa Águila con el DT del Deportivo Cali, Lucas Pusineri).

Para este duelo, el orientador rojiblanco apostará, una vez más, por su denominado equipo A, que llega descansado tras no ver acción entre semana, en el juego de vuelta de los cuartos de final de la Copa Águila. Así que no hay excusa. La obligación es una sola, el triunfo… y para conseguirlo necesita hacer mucho más de lo que ha venido haciendo en esta primera parte de la fase ‘Todos contra todos’, donde ha mostrado un rendimiento bastante irregular, con picos altos y bajos, sin llegar a estabilizarse.