El Gran Malecón del Río se transformó ayer en un escenario vibrante de velocidad y adrenalina con la segunda edición que se realiza en la ciudad del Gran Premio Electrolit del Caribe 2025, donde más de cien pilotos se reunieron para disputar distintas categorías de karting.
Entre el rugido de motores y el olor inconfundible a gasolina, se destacaba un competidor singular: Renato Covelo, piloto brasileño y único extranjero en la categoría DD2 Master, destinada a corredores de 42 años en adelante, quien abordó su kart #610 con la determinación de quien conoce la pasión del automovilismo desde dentro. Para Covelo, la experiencia era doblemente especial: aunque llevaba nueve años viviendo en Colombia y disfrutando de visitas a Barranquilla, era la primera vez que participaba activamente en la ciudad como piloto.
“Primera vez compitiendo en Barranquilla. Yo ya llevo nueve años en Colombia, me encanta venir de visita a Barranquilla, pero me fascina más ahora que vengo a competir, porque es una experiencia extraordinaria”, afirmó en diálogo con EL HERALDO, mientras se preparaba para enfrentarse a un circuito “técnico y exigente”.
El trazado callejero del Malecón no se parecía en nada a los kartódromos tradicionales, donde el pasto a los costados brinda un margen de error. “Aquí no, aquí es como Mónaco, si te chocas te vas. Hay que tener mucho cuidado, porque no hay margen de error. Si cometes un error, te chocas, y vas a tener realmente problemas para volver, si es que lo consigues. Es un circuito muy técnico, pero paradójicamente te da ganas de ir más rápido”, comentó, mostrando tanto respeto como admiración por la pista.
La complejidad del recorrido y la precisión que exige cada curva convierten la carrera en un espectáculo no solo para los participantes, sino también para los espectadores que se aglomeraron a lo largo del Gran Malecón del Río, vibrando con cada adelantamiento y cada maniobra al límite.
Covelo, con su entusiasmo contagioso, invitó a toda la familia a acercarse al karting. “Espero que todas las personas que nos acompañaron en los tres días hayan disfrutado mucho. Este deporte es para todos, niños, niñas, jóvenes, adultos. Sin duda es una experiencia única y distinta, escuchar los motores, sentir el aroma a gasolina, correr, competir, sentir la adrenalina, todo es muy emocionante. Quizá les guste tanto que en la próxima edición compitan con nosotros. Así me pasó a mí, un día vine, me enganché y mira hoy estoy compitiendo en la ‘DD2 Master’. De verdad que es un deporte que te atrapa y que está lleno de muchas emociones”, expresó.
Su mensaje resonaba con claridad en un ambiente donde la emoción se mezclaba con la adrenalina de la competencia. La carrera no era solo un desafío individual, sino una oportunidad para conectar con la comunidad de aficionados, compartir la pasión por la velocidad y experimentar la intensidad de un deporte que, aunque de pequeño formato, exige concentración, reflejos y coraje.
Barranquilla se convirtió ayer, por un día, en una ciudad dedicada al karting. Los pilotos competían por la gloria en cada curva, pero también por la experiencia de sentirse parte de un evento que ha crecido en prestigio y complejidad. Covelo, con su enfoque meticuloso y su entusiasmo genuino, simbolizaba ese espíritu: un extranjero que encontró en Colombia no solo un lugar para vivir, sino un terreno donde su pasión puede desplegarse al máximo.
Entre aplausos, acelerones y maniobras arriesgadas, la segunda edición en la ciudad del Gran Premio Electrolit del Caribe 2025 consolidó su lugar como un evento referente, dejando una sensación de emoción y expectativa por lo que vendrá en futuras ediciones. Los motores se apagaron, pero dejaron nuevamente huella en el asfalto del Gran Malecón.

























