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Empezó a vivir las verdes. Néstor Lorenzo solo se había comido las maduras como técnico de la selección Colombia, donde ostentó una larga racha invicto, buena posición en la Eliminatoria y una final en la Copa América.

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Todo era como Disneylandia, felicidad y armonía en su ciclo como timonel del representativo nacional, pero después de cuatro fechas sin victorias, una parte de los aficionados comienza a perder la paciencia y a criticar fuertemente sus decisiones.

El inconformismo quedó reflejado en la agonía del partido que se empató 2-2 ante Paraguay, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, este martes, en la jornada 14 del clasificatorio sudamericano al Mundial de 2026.

La afición no compartió que el argentino solo hiciera dos sustituciones y que no apostara, en medio del mal juego que hacía la Selección, por otras alternativas ofensivas como Juan Fernando Quintero o Marino Hinestroza.

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Hubo un momento, después del empate 2–2 de Julio Enciso, que la gente empezó a corear: “¡Quintero! ¡Quintero! ¡Quintero! ¡Quintero!”.

No obstante, Lorenzo hizo caso omiso a la petición generalizada de la fanaticada y no metió a ‘Juanfer’ ni a nadie más. Mantuvo los cinco defensas con los que comenzó a jugar tras la inclusión de Yerry Mina.

El partido mostraba a varios jugadores amarillos con desempeños individuales bajos y con desgaste, pero Lorenzo no movió más el banco. Solo mandó a Mina y Campaz al terreno de juego.

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Una parte de los seguidores de la selección que abarrotaron el estadio, comenzó a corear, primero en sur, durante el juego, y posteriormente en occidental, tras el pitazo final: “Lorenzo, Lorenzo…hp”.

Lamentablemente, algunos, solo algunos, se excedieron y además de insultos, lanzaron bolsas de agua y una botella plástica.

Luis Díaz pidió calma

En medio del coro, cuando lo entonaba una porción de la tribuna occidental, Luis Díaz, que todavía estaba en el campo de juego, pidió calma.

El guajiro hizo a la gente el gesto de que había que mantener serenidad en el mal momento y no crearle mal ambiente a Lorenzo.