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Tremenda fiesta. Alegría completa. Carnaval en todas las tribunas. La afición de los Caimanes-Olímpica gozó y salió feliz con la victoria 11-3 sobre los Vaqueros de Montería, este domingo en el estadio Édgar Rentería, en el sexto juego de la serie final de la Liga Colombiana de Béisbol Profesional.

La novena barranquillera, que se encontraba en desventaja 3-2 en la serie por el título, se impuso a palo limpio, con el fervoroso aliento de su fanaticada, que abarrotó las graderías del escenario de Montecristo y Barrio Abajo, y forzó al séptimo y definitivo choque que resolverá el campeón de la temporada 2024-2025.

Este lunes, a partir de las 7 p.m., se repetirá el cara a cara en el mismo escenario, que seguramente volverá a contar un respaldo masivo de público reptil.

Los dirigidos por José Mosquera afrontaron el juego con total concentración y disposición de remontar la serie y defender el trofeo de campeón.

Por eso desde el mismo primer inning le agregaron dos rayitas al tablero. Primero con un sencillo de Dilson Herrera que llevó al plato a Joseph Rosa y luego con un doble de Guillermo Quintana que remolcó a Herrera.

Fue el aviso para los visitantes. La artillería estaba encendida y tenía bastante pólvora para bombardear a la defensiva sabanera.

Luis De Ávila fue la clave para que los Caimanes-Olímpica dominaran el encuentro desde la lomita. El zurdo trabajó cinco sólidas entradas, en las que permitió cuatro imparables que se tradujeron en tres carreras, dos de ellas limpias. Aunque solo recetó un ponche y regaló un boleto, supo contener la ofensiva de los Vaqueros en momentos críticos, brindándole confianza a su equipo para desplegar todo su arsenal ofensivo.

El lanzador Luis De Ávila cumplió un excelente trabajo de apertura.

El relevo de los Saurios estuvo impecable. Jan Herrera, Reiver Sanmartín y Kevin Escorcia se encargaron de cerrar el juego de manera brillante, combinándose para silenciar por completo los bates de los sinuanos. Este trabajo del bullpen fue clave para mantener la ventaja amplia que había construido el equipo barranquillero.

En la ofensiva, los Caimanes tuvieron una noche arrolladora con 18 imparables, cinco de ellos dobles. La producción comenzó desde temprano, castigando al abridor de Vaqueros, Júnior Rincón, quien apenas pudo completar una entrada. Rincón permitió cuatro carreras (tres limpias) tras tres hits, una base por bolas y dos ponches.

Dilson Herrera fue una de las figuras destacadas al irse de 5-3 con un doble, dos carreras impulsadas y tres anotadas, liderando la artillería barranquillera. Guillermo Quintana también brilló al conectar de 4-3 con tres remolcadas, mientras que Jair Camargo aportó con un rendimiento de 5-3, incluyendo dos anotadas. La ofensiva colectiva de los Caimanes fue una demostración de poder y coordinación en los momentos decisivos.

Con esta victoria, los Caimanes no solo tomaron ventaja en la final, sino que ratificaron su poderío ofensivo y la solidez de su cuerpo de lanzadores. Para este lunes, el equipo barranquillero buscará continuar su racha ganadora en un ambiente festivo, ofreciendo entrada gratuita para niños mayores de cinco años, mientras hombres y mujeres deberán adquirir sus boletos.