La Policía de España ha detenido al defensa del Sevilla FC Kike Salas acusado de provocar que le mostraran tarjetas amarillas para beneficiar a personas de su confianza para que ganasen dinero en apuestas deportivas.
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Los investigadores sospechan que amigos y familiares del futbolista habrían participado en unas 30 apuestas amañadas en seis establecimientos de Morón de la Frontera (Sevilla) y habrían obtenido ganancias de unos 10.000 euros en un mes.
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El jugador habría provocado recibir estas tarjetas amarillas durante partidos disputados entre las jornadas 31 y 38 de la liga de la temporada pasada.
Las fuentes consultadas por ‘Efe’ detallaron que las apuestas se habrían dado en cinco de estos encuentros en los que el club hispalense no tenía posibilidad de obtener título alguno, según los indicios recabados por la Policía en una investigación que dirige un juzgado de Morón de la Frontera.
Junto al futbolista, agentes del CENPIDA (Centro Nacional Policial por la Integridad en el Deporte y las Apuestas), adscrito a una unidad de la UDEV, han detenido a dos amigos.