La alegría nunca falta en el Metropolitano y sus alrededores

Puede haber alguna baja en la alineación de Néstor Lorenzo, una ausencia en el rival, un aficionado fiel que se queda en casa o un periodista que no todas las veces es el enviado especial, pude ocultarse el sol, tal vez escaseen las butifarras, seguro faltan parqueaderos, puede faltar lo que sea, menos la alegría, el orgullo patrio, la expectativa, la algarabía.

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Barranquilla es Carnaval en los alrededores y en el estadio Metropolitano. El entusiasmo y la emoción jamás fallan, nunca se lesionan. El colorido y la buena energía se tomaron las tribunas del coloso de la Ciudadela una vez más para el partido entre Colombia y Chile, en la décima jornada de la Eliminatoria al Mundial 2026.

Desde las 9 de la mañana ya había mucho movimiento en las zonas aledañas al ‘Metro’, no como en el juego ante Argentina, cuando todo estaba revolucionado, pero los vendedores informales y los reyes del rebusque (el que cuida carros, el que ayuda a cargar algo, el ‘comisionado’ de la reventa de boletas, etc), se preparaban para hacer su agosto.

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Muchos aficionados de otras ciudades del país llegaron desde temprano y se instalaron en los alrededores, donde vendían desayunos, almuerzos, pasteles, empanadas y diversidad de delicias locales.

En la zona nororiental del estadio se amontonó la gente y hubo grandes colas a la espera de que se autorizara el ingreso. Todo en completo orden y con tranquilidad, eso sí, con el permanente movimiento de los abanicos de mano.

Había un anillo de seguridad, sin tránsito de vehículos, de dos calles a la redonda y los hinchas podían transitar en búsqueda de su respectivo acceso. Ese segundo anillo era imposible pasarlo sin boleta.

Policía antimotines, Policía montada, defensa civil, Cruz Roja, miembros de logística, todos se organizaban y se ubicaban en sus posiciones para desarrollar el operativo en completa paz, sin inconvenientes.

Ya adentro, el estadio se fue cubriendo de público poco a poco, sin mayores inconvenientes y con nubarrones en el cielo que amenazaban con un aguacero, hacían gris el panorama y evitaban el castigo de los rayos del sol, pero no una humedad dura e incómoda, que ponía a los aficionados a soñar con una brisa fría.

En el escenario, como de costumbre, se escuchó música a todo volumen y los animadores comenzaron a saludar y establecer dinámicas de patrocinadores con los aficionados.

En la tribuna de occidental, en la zona prensa, se hicieron presentes varios exjugadores emblemáticos del fútbol colombiano como Willington Ortiz, René Higuita y Arnoldo Iguarán, entre otros.

También apareció Jean Beausejour, ex jugador de la selección de Chile, quien ahora es comentarista de Espb en su país.

Carlos Bacca, goleador de Junior, entró al estadio a apoyar a la selección Colombia.