En el momento menos esperado, después de apuntarse con solvencia y comodidad el primer set, el destino de Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Madrid dio un giro radical que le dejó fuera de la competición que ganó en los dos últimos años, superado por el ruso Andrey Rublev (4-6, 6-3 y 6-2), mucho más inspirado, estable y, sobre todo, más regular.