Wimbledon, el torneo más incierto de todos, el más abierto a las sorpresas y en el que los grandes bombazos ocurren cada año, se enfrenta a su edición más teledirigida. Todos los pronósticos apuntan a Novak Djokovic, el siete veces campeón, el hombre que no pierde aquí desde 2017 y que no cae en la central desde hace una década. ¿Quién puede pararle? Solo el meteórico Carlos Alcaraz o una sorpresa a la que pocos pueden ampararse.