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Cuba e Italia llegaron al último día del Grupo A del V Clásico Mundial como colistas, con saldo en rojo de un triunfo y dos derrotas, y pocas expectativas de avanzar a cuartos de final, pero este domingo la suerte determinó, como Jesús dijo a sus discípulos: 'los últimos serán los primeros'.

Cuba esperó a la última jornada para sacar lo mejor de su béisbol y borrar un mal comienzo en el que se asomó al abismo al sufrir ante Panamá otra derrota en su segunda salida. Con sendos jonrones de Joán Moncada y Erisbel Arruaberrena, el equipo isleño se deshizo el domingo con un 7-1 de Taiwán, que 24 horas antes puso el grupo patas arriba al vencer por sorpresa al equipo neerlandés.

Taiwán, que llegó a la crucial jornada final frente a su público como colíder de la llave, terminó en el último lugar.

Países Bajos, que se dio el lujo de asestar duros golpes a las aspiraciones de Cuba y Panamá, que le anticipaban como serio candidato al título, se desdibujó a partir de la dura derrota que le infligió Taiwán, anfitrión de esta llave y este domingo, pese a su favoritismo, cayó sin atenuantes por idéntico 7-1 ante Italia.

Con estos resultados, el Clásico Mundial de Béisbol registró este domingo un insólito desenlace para un grupo, con quíntuple empate en triunfos y derrotas (2-2), y un duro castigo a los que un día fueron los primeros, como dice el Evangelio según san Mateo (Mt 19, 30-20, 16), que ahora muchos hinchas de estas selecciones aplican al béisbol.