El Arsenal no pasó del empate ante el Brentford (1-1), firmó su tercer pinchazo consecutivo en partidos oficiales y generó las primeras dudas del curso en un momento clave que podría terminar esta semana con la perdida del liderato.
El punto fue un escaso botín para el cuadro 'gunner', que todavía mantiene una ventaja de seis unidades sobre el Manchester City. Sin embargo, el equipo de Pep Guardiola tiene una oportunidad de oro en los próximos días para fortalecerse en la Premier League: si este domingo supera al Aston Villa y el miércoles gana al Arsenal en un duelo directo, ocupará la primera posición.
Y es que el equipo de Mikel Arteta debía enfrentarse a un duelo muy complicado. Tenía que superar un pequeño bache para evitar el primer bajón del curso. Llamarlo crisis podría ser excesivo, pero perder un tercer encuentro consecutivo después de un curso excelso, como mínimo iba a llamar la atención.
Después de caer eliminado por el Manchester City en los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra y de perder 1-0 contra el Everton en la Premier, el Brentford se presentó en el Emirates Stadium con un currículum que exigía un respeto máximo y una concentración total para evitar caer en un tercer tropiezo consecutivo.
Los hombres dirigidos por Thomas Frank sumaban nueve encuentros consecutivos sin perder en Liga (cinco empates y cuatro derrotas) y, con la mirada enfocada en los puestos europeos, estaba dispuesto a dar mucha guerra al equipo de Mikel Arteta.
El técnico español, con cuatro bajas (Gabriel Jesús, Mohamed Elneny, Emile Smith Rowe y Reiss Nelson), armó un once continuista respecto a la derrota frente al Everton. No hizo ni un solo cambio y el Arsenal, que tal vez necesitaba algo de aire fresco, fue controlador pero con pocas ideas en los últimos metros.
Ni Martin Odegaard, ni Thomas Partey, ni Granit Xhaka estuvieron cómodos. Sin profundidad hacia arriba y sin mordiente a la hora de recuperar balones, no consiguieron la fluidez de otros momentos del curso. Eso, el Arsenal lo acusó en la primera parte, en la que apenas gozó de una oportunidad clara en las botas de Gabriel Martinelli. El brasileño, casi al final, disfrutó de una volea que se marchó por encima de la portería defendida por David Raya.
Fue prácticamente la única opción de un equipo que, además, se salvó de acabar el acto inicial por detrás en el marcador. Y es que, el Brentford, bien armado para atacar con rapidez, dispuso de la ocasión más potente con un disparo a la cruceta de Ivan Toney. Con muy poco, generó mucho más peligro que el Arsenal, que necesitaba un reseteo completo para afrontar los segundos 45 minutos.
Hasta la última media hora, no llegó la reacción previo susto del Brentford, que pudo adelantarse con otro intento de Toney, que dispuso de una ocasión muy clara a los 57 minutos que pudo cambiar el rumbo del partido. Sin embargo, ajustó demasiado un disparo desde dentro del área que se marchó fuera lamiendo el palo izquierdo de la portería defendida por Aaron Ramsdale.
Después, la salida de Martinelli, la entrada del recién llegado Leandro Trossard y un instante fugaz de inspiración entre Odegaard, Bukayo Saka y el extremo belga, agitó por fin el marcador. A los 66 minutos, el medio noruego filtró un pase finísimo a Saka, que entró por la banda derecha casi hasta la línea de fondo para servir un centro medido a Trossard, que no desaprovechó la octava asistencia del internacional inglés este curso en la Premier League.
Sin embargo, el Brentford no había dicho su última palabra. Tras el tanto de Trossard, parecía que iba a sacar la bandera blanca. El Arsenal se vino arriba con alegría y fluidez, pero, en una jugada aislada, Toney, a la tercera, celebró su ansiado gol con un cabezazo a bocajarro que evidenció ciertos problemas en la zaga 'gunner', incapaz de despejar una pelota que se paseó por el área de Ramsdale.
Al Arsenal le quedaba un cuarto de hora para evitar otro pinchazo, pero se encontró con un avispero de jugadores azules. El Brentford se encerró en su parcela del juego, no concedió apenas huecos y un par de intentos desde lejos de Oleksandr Zinchenko y de Thomas Partey no dieron en la diana. El 1-1 fue inevitable y el Arsenal flaquea tras sumar su tercer encuentro consecutivo sin ganar. Ahora, el City depende de sí mismo para arrebatarle el liderato.