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Atrás quedó un 2022 para el olvido en Junior. Un año donde fueron más las decepciones que las alegrías. Una temporada que se terminó haciendo larga —larguísima— y tediosa, con un final triste, agónico, desesperante. Ni siquiera la presencia de tres técnicos diferentes —Juan Cruz Real, Julio Comesaña y un poco de Arturo Reyes— pudo reconducir el rumbo de un barco a la deriva.