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Aplacada 80 minutos por Corea del Sur, atrevida, constante y sin complejos, la selección de Uruguay entró en juego en Qatar 2022 con un empate decepcionante, ajeno a la condición de alternativa que ella misma siente frente a los favoritos, sin méritos para ganar hasta el tramo final, sin una proposición acorde a su nivel, sin ambición hasta que comprobó que el 0-0 era un destino inminente y con Fede Valverde reducido casi a la intrascendencia hasta un trallazo a última hora al larguero.