Sadio Mané transformó el penalti definitivo que rompió el maleficio de Senegal en la Copa de África, que conquistó por primera vez en su historia al imponerse a Egipto, el equipo más laureado del torneo, que no tuvo el soporte de otras ocasiones de su portero Mohamed Gabaski en los lanzamientos.
El meta del Chelsea Edouard Mendy detuvo el penúltimo tiro egipcio, ejecutado por Mohanad Lasheen, y el futbolista del Liverpool, que al inicio del choque había errado desde los once metros, anotó el disparo decisivo.
No falló Mané, victorioso en el cara a cara con su compañero de equipo Mohamed Salah, el jugador más comprometido de su selección, pero insuficiente para superar al conjunto senegalés, que buscó con más ahínco el triunfo durante el partido.
A la tercera fue la vencida para Senegal, que había salido derrotada de dos finales anteriores. Perdió con Camerún la de Mali 2002 y la última, la de Egipto 2019, cayó con Argelia. La insistencia tuvo premio para los leones de Teranga, que dejaron sin premio a la favorita. Egipto, con siete títulos, es el más laureado del torneo aunque el último fue hace veintidós años, en Angola 2010.
El choque pudo dar un giro radical y agitarse desde el principio cuando una falta dentro del área de Mohamed Abdelmonem a Saliou Ciss fue sancionada como penalti. Sadio Mané ejecutó el tiro desde los once metros. Pero el atacante del Liverpool falló. El meta Gabaski, que ya detuvo tres en la tanda de semifinales contra Camerún, paró el lanzamiento. El choque siguió vivo.
Senegal encontró una vía clara por las alas. Especialmente por la derecha, donde Ismaila Sarr profundizó y centró. Pero sus pases no encontraban destino.
Egipto estaba a la expectativa. Superado por su rival, con más entusiasmo y más veloz, el conjunto de Carlos Queiroz se amparó en la inspiración de Mohamed Salah. Fue la gran amenaza para Senegal el jugador del Liverpool que tuvo, al borde del descanso, la mejor ocasión de su equipo cuando en una acción individual ejecutó un gran disparo que fue respondido con una buena parada del meta del Chelsea Edouard Mendy.
A la hora de partido Carlos Queiroz pretendió agitar el encuentro y efectuó un triple cambio. Dio entrada a Trezeguet, Zizo y Marwan Hamdi y retiró a Amr El Solia, Omar Marmoush y Mostafa Mohamed en busca de más profundidad. No la encontró.
Senegal mantuvo el dominio del juego y solo la solvencia de los centrales Mohamed Abdelmoneim y Mahmoud Hamdi evitaba que el último pase llegara en condiciones a un último hombre para finalizar.
El choque se abrió en el tramo final. Egipto encontró espacios y las primeras ocasiones. Como un remate de Zizo de cabeza que salió desviado por el poste derecho. La mejoría egipcia no fue suficiente para romper el equilibrio y el choque se alargó a la prórroga, tal y como ha sido habitual para los faraones que ha atravesado cada eliminatoria con el tiempo extra de por medio.
Poco a poco el meta Gabaski agigantaba su protagonismo. Justo al inicio de la prórroga evitó el gol de Senegal cuando Bamba Dieng se plantó solo y disparó cruzado. Después impidió otra del delantero del Marsella, de cabeza, que desvió a córner. Y otra más del atacante con un tiro raso que también desvió.
Los penaltis decidieron. Mané no falló en el momento definitivo y marcó el penalti del triunfo.