Se dejó irrespetar de Neymar. El árbitro Roberto Tobar tolero que el crack brasileño lo gritara, lo encarara de forma desafiante, que lo pecheara y lo tocara. Parecía que tenía licencia para hacer lo que quisiera.
En la cancha pudo hacer poco, aunque terminó metiendo el pase-gol de la victoria. Sin embargo, Neymar dio más de que hablar por sus constantes provocaciones, reclamos y polémicas con los jugadores colombianos.