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El cubano Jorge Soler cobró protagonismo en el primer partido de la Serie Mundial al jugar con un bate explosivo y conectar el jonrón que marcó el ritmo del partido y que al final dio la ventaja a los Bravos de Atlanta.

En el Primer Partido del Clásico de Otoño, que se juega al mejor de siete, Soler silenció a los más de 40.000 aficionados que llenaban las gradas dl Minute Maid Park y habían llegado para apoyar a los Astros de Houston, luego de conectar batazo de cuatro esquinas en el primer episodio.

El batazo de cuatro esquinas de Soler dirigió a los Bravos a un triunfo por 6-2.

Con su victoria, los Bravos, que consiguieron 88 triunfos en temporada regular, pusieron números de 1-0 en la serie del Clásico de Otoño que se juega al mejor de siete.

De acuerdo con las estadísticas, sólo cinco de 26 equipos en la era de comodín, desde 1995, se han recuperado de una desventaja de 0-1 para ganar la Serie Mundial.

Soler (1) se encargó de imponer el ritmo de juego al pegar batazo de cuatro esquinas en el primer episodio luego de descifrar los lanzamientos del abridor dominicano Framber Valdez.

En la parte alta de la primera entrada, Soler mandó volar la pelota 116 metros y la sacó a la calle sobre la barda del jardín izquierdo después que el sinker de Valdez no rompió bien y le hizo contacto completo a la pelota.

Soler pegó su cuadrangular sin corredores por delante, sin outs en la entrada.

Se trata del primer cuadrangular en la primera visita al plato de una Serie Mundial.

En cuatro ocasiones anteriores, un bateador había volado la cerca en la primera visita al plato de su equipo, pero en el cierre del primer episodio. En esta ocasión, Soler, jugando en la ruta con Atlanta en Houston, fue el primer bateador del primer partido del Clásico de Otoño.

Los otros que han dado jonrón siendo el primer bateador de su equipo en una Serie Mundial, pero en el cierre de la primera entrada, son Chris Taylor (2017, Dodgers vs. Astros), el venezolano Alcides Escobar (2015, Reales vs. Mets), Dustin Pedroia (2007, Medias Rojas vs. Rockies) y Don Buford (1969, Orioles vs. Mets).

El cubano terminó pegando dos veces en cinco oportunidades con el tolete, remolcó dos anotaciones y llegó una vez a la registradora.

Sin perder tiempo en el ataque con su tolete, en la segunda entrada conectó rodado a las paradas cortas y empujó a la contadora al receptor Travis D'Arnaud.

El segunda base curazoleño Ozzie Albies tuvo cinco citas con el serpentinero y logró contacto con la bola en dos ocasiones y llegó a la registradora con doble al jardín central del antesalista Austin Riley.

El guardabosques puertorriqueño Eddie Rosario también conectó dos veces en cinco viajes a la caja de bateo, y anotó carrera, cuando Adam Duvall pegó de cuatro esquinas y también ayudó a la causa ganador de los Bravos.

Por los Astros la respuesta con el tolete la tuvo el parador en corto puertorriqueño Carlos Correa, que tuvo tres oportunidades con el madero, y en la octava entrada mandó rodado a la segunda para dar oportunidad al bateador designado cubano Yordan Álvarez de pisar la registradora.

Álvarez hizo contacto con la pelota en una de las tres ocasiones en que viajó a la caja de bateo.

El primer base cubano Yuli Gurriel conectó dos veces en cuatro enfrentamientos con el lanzador